Capuli 12, Vallejo y su Tierra
Exposición del P. Reinaldo Nann
Cesar
Vallejo – católico
Este título puede ser una pregunta ó una afirmación: ¿realmente fue
católico? ¿No fue revolucionario, no cuestionaba a Dios muchas veces? Es un
tema complejo, como toda la obra de Vallejo y quiero tratar de abrir algunas
pistas de entendimiento.
Cesar Vallejo era revolucionario y comunista.
En España lucho al lado de los republicanos contra los fascistas. Allí entró en
el partido comunista español. Hay que pensar, que en este tiempo el comunismo
en Rusia tenía todavía pocos anos, no se conoció todavía los muchos presos
políticos, que este régimen tendría más tarde y no se vio todavía su fracaso
económico. Cesar Vallejo era joven y vio en este movimiento joven una esperanza
para los pobres de éste mundo, fue comunista con una ilusión. El comunismo y el
cristianismo tienen algunas cosas en común: ambos quieren una justicia social y
ambos creen en la igualdad de todos los hombres. Sin embargo, también hay
muchas diferencias, y son tantas, que en realidad no son compatibles. Los
comunistas ortodoxos son materialistas radicales, no creen en la
transcendencia, no creen en lo metafísico, no creen en Dios. Más aun, para
ellos la religión es una droga para el pueblo, un consuelo barato, inventado
por los capitalistas, para que la gente aguante mejor la miseria. Además no les
interesa la muerte y el sufrimiento individual, si tienen que morir miles en la
revolución no importa, con tal que la revolución gane. Con esta ideología
sanguinaria, murieron 50.000 personas en los años 80 y 90 en el Perú – el
cristianismo tiene una visión muy diferente: cada vida humana es un don de
Dios, nada justifica, que matemos a ninguna persona, la vida es sagrada. Miren,
que diferencia. Regresamos a Cesar Vallejo: no era un comunista ortodoxo: Leen
“España aparta de mí este cáliz”. Escrito en plena guerra civil española no es
una apología a la revolución: cueste lo que cueste y muera quien muera. Vallejo
siempre defiende al individuo y acusa en sus versos lo absurdo de la muerte y
del sufrimiento, sea de quien sea. Vallejo habla tanto de Dios y de la biblia,
un comunista ortodoxo no debería hablar de tanto de estos temas. Por eso creo,
que Vallejo realmente tiene su posición propia, fue comunista, pero no
dogmatico, fue cristiano, pero tampoco en el sentido dogmatico. De todo hay
algo en Vallejo, por eso es universal, ninguna corriente lo podría reclamar
solo para sí.
Cesar Vallejo es un poeta metafísico.
Aristóteles, el gran filósofo griego escribió sobre la física y la metafísica.
La física era lo material, lo físico de éste mundo. La metafísica busca algo
mas allá de la física, de lo material, busca el sentido de la vida y de la
muerte, se pregunta cómo fue todo al inicio y como será al final y que podemos
hacer, para que este mundo sea mejor. En este sentido, Cesar Vallejo es un
metafísico, porque no está conforme con la realidad de éste mundo, siempre
busca y pregunta por el más allá, busca un sentido en tanta muerte y miseria,
cuestiona a Dios y muchas veces describe el absurdo de nuestra existencia.
Cesar Vallejo usa mucho la terminología bíblica.
Muchas veces menciona a Dios y usa citas bíblicas como “aparta de mí este
cáliz”, la cruz, “el pan nuestro de cada día dánoslo Señor”… y muchas otras.
Pero muchas veces no usa esas citas bíblicas en el sentido bíblico, ortodoxo,
según el dogma cristiano, más bien en una forma muy libre, a veces casi
blasfemando: el Dios que está enfermo, grave, el Dios bohemio, el odio de Dios
son expresiones que no son conformes al sentido bíblico de estas citas.
Para mí, Cesar Vallejo es un creyente, que busca a Dios, que a veces duda de Él
y a veces se siente cerca de Él. Es como el centurión en la biblia, que dice:
“Señor creo, pero ayuda a mi incredulidad”. Es como Job, en el antiguo
testamento, que se lamenta por tantas desgracias, que está sufriendo, y se
queja ante Dios, porque lo está tratando así. Es como Jacob en el libro de
Génesis, que lucha con Dios para ser bendecido al final.
En los Heraldo Negros vemos especialmente la desesperación ante tanto
sufrimiento humano y el cuestionamiento a Dios, que aparentemente no hace nada:
Los “golpes en la vida, tan fuertes, yo no sé” expresan el drama de la
existencia humana. Y vistos desde allí, parece que Dios nos odiara, aunque la
biblia afirma claramente, que Dios es amor y no puede odiar al hombre, pero el
hombre puede entender en forma errónea pero real los golpes de la vida como
expresión de un odio de Dios.
En “Espergésia” Dios parece enfermo, porque nos trae a este mundo malo y
enfermo sin preguntarnos siquiera.
En los dados eternos, Dios es el suertero, que echa los dados, que son la vida
de los hombres. Y el poeta se queja con este Dios, que “si hubiera sido hombre,
hoy supiera ser Dios”. Lo acusa de no saber bien ser Dios, de “no sentir nada
de su creación”, la vida parece una suerte absurda y dolorosa, de la cual Dios
parece haber perdido el control. Se parece mucho al grito de Jesús en la cruz:
“Dios mío, Dios mío, porque me has abandonado”.
Sin embargo, también hay textos, donde se siente muy cerca de Dios como en su
poema, que tiene este mismo título “Dios”: “Siento a Dios que camina, tan en
mi, con la tarde y con el mar. Con él nos vamos juntos.” Aunque con la palabra
“orfandad” está cuestionando esta presencia de Dios, que a veces su ausencia
nos hace sentir huérfanos. “Pero yo siento a Dios” sigue Vallejo, superando de
nuevo la duda. Al final del mismo poema, el Poeta consagra a su Dios por su
amor, ama tanto, que “debe dolerle mucho el corazón”. El sufrimiento de Dios
ante la maldad de este mundo expresa en la biblia la imagen de Cristo
crucificado, que murió por nuestros pecados”.
Desde sus días en Paris hay 2 testimonios, que expresan la fe de Vallejo. Una
vez, gravemente enfermo, escribe una carta a su hermano en Santiago de Chuco,
para que pague por una misa al Apóstol Santiago por su salud. Esto expresa su
fe arraigada y tradicional, como lo tienen los Santiaguinos en los Milagros del
Apóstol.
Y también en su enfermedad terminal dicta a su esposa Georgette las siguientes
palabras: “Cualquiera que sea la causa que tengo que defender ante Dios, más
allá de la muerte, tengo un defensor: Dios”. Esta frase casi parece tomada del
evangelio del 6to domingo de pascua (hoy): “Yo le pediré al Padre, que les dé
otro defensor, que esté siempre con Ustedes, el Espíritu de la verdad”.
A mí me gustan las canciones de Margot Palomino por su arraigo en la sierra del
Perú y su compromiso social. Peru hay una canción, que no me gusta y creo que a
Cesar Vallejo tampoco lo hubiera gustado. ¿Cual será? Donde dice, que el
Santiaguino religioso, mejor no vaya a la misa sino al rio Patarata, para
encontrar a Dios en la naturaleza. Claro, que sí, que Dios también está en la
naturaleza, porque es su creador. Pero no es un Dios naturalista, impersonal y
pagano, sino es el Dios de la Biblia, el Dios que se entrega por nosotros, lo
cual celebramos en cada misa. Estoy seguro, que a Cesar Vallejo tampoco lo
hubiera gustado esta canción, porque El si sabía, que la misa le iba a hacer un
bien por su salud, cuando estaba enfermo.
Finalizo: estoy convencido, que Vallejo buscaba a Dios, sufría porque no podía
entender y aceptar tanto sufrimiento humano, que a veces lo hacía dudar de la
existencia de un Dios bueno. Sin embargo en sus búsquedas también había la
seguridad – por lo menos por ratos – de un Dios cercano, que le daba consuelo.
En esta búsqueda incesante a Dios Vallejo se parece mucho a nosotros hoy día.
Fuente, http://parroquiasantiagodechuco.blogspot.com/search/label/textos
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