Construcción y forja de la utopía andina
TELÚRICA Y MAGNÉTICA
EN SANTIAGO DE CHUCO
21 AL 23 DE MAYO, 2010
MARCHA
DE LA
DELEGACION DEL ELENCO DE TEATRO
DE LA UNIVERSIDAD RICARDO PALMA (TURP)
QUE VIAJA A SANTIAGO DE CHUCO EN ADHESIÓN
A CAPULÍ 11, VALLEJO Y SU TIERRA
A REPRESENTAR EN LA PLAZA
DE ARMAS DE SANTIAGO DE CHUCO
EN FORMA ABIERTA Y GRATUITA:
“MANUELITA SÁENZ Y EL LIBERTADOR”
OBRA DE RICARDO PALMA
ADAPTADA POR ÁUREO SOTELO:
SIDNEY ESTACIO GARCÍA
OSCAR FERNÁNDEZ CASTILLO
SANDRA CASTRO PINEDO
ERIK OTERO ALBORNOZ
MARCO ANTONIO JUSCAMAYTA
ADRIANA POLACK SÁENZ
CARLA TABRA SÁNCHEZ
ALEJANDRA PÉREZ VILELA
NÁTALI APAZA OROPEZA
ANDREA AGUILAR SOBRERILLA
VERÓNICA SOLÓRZANO VIDAL
AUREO SOTELO HUERTA (DIRECTOR)
SE HA GESTIONADO LA PRESENTACIÓN
DEL TEATRO DE LA UNIVERSIDAD
RICARDO PALMA EN TRUJILLO
EN FUNCIÓN ABIERTA Y GRATUITA
AL REGRESO DE SANTIAGO DE CHUCO
EL DÍA DOMINGO 23 A LAS 7 PM.
ESPERAMOS RESPUESTA POSITIVA
OTRA PRIMICIA :
LA PRODUCCIÓN DE NUEVO VIDEO
TITULADO: “MARGOT PALOMINO
EN LA TIERRA DE VALLEJO”
SE FILMARÁ CON OCASIÓN DEL
CAPULÍ 11, VALLEJO Y SU TIERRA
CEREMONIA SOLEMNE DE ENTREGA
DEL “LAUREL VALLEJO” AL POETA
ANGEL GAVIDIA
Jueves 20 de mayo. 5.30 pm.
Instituto Raúl Porras Barrenechea
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Colina 389, Miraflores. Lima. Perú
INFORMES
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
capulivallejoysutierra@hotmail.com
http://capuli-vallejoysutierra.blogspot.com/
ºººººººº
¡YO
ME ADHIERO!
Danilo Sánchez Lihón
“Marcha hoy
de nuestra parte
el bien ardiendo”.
César Vallejo
MARCHA DE LA IDENTIDAD
HACIA LOS CUATRO SUYOS:
ANDAMARCA, CAJABAMBA,
URIN CHUCO Y HANAN CHUCO
1. Vamos a hablar
de la esperanza
con ocasión de la realización de la peregrinación de Capulí, Vallejo y su Tierra a Santiago de Chuco y bajo el lema “¡Yo me adhiero!”, realizamos el 21 de mayo por las calles del pueblo natal de César Vallejo, la Marcha de la Identidad.
En ella las agrupaciones que asisten y las instituciones de Santiago de Chuco portarán sus banderas y emblemas, sus insignias e iconos, así como se cantará y se bailará nuestros ritmos andinos y telúricos. Ojalá estuvieran allí los pallos y kiyayas.
Para eso, llevar sus pancartas, sus banderas, matracas y cornetas, así como ropa abrigada. Y un termo de mano para portar en él infusiones de toronjil, de hierbabuena o panisara.
O emoliente reconfortante y abrigador durante el desfile. O para llevar provisión de “calientitos” que entonan el cuerpo pero más el alma. Y que se podrán ir saboreando y compartiendo en el recorrer de las calles.
No olviden de tomar fotografías de las agrupaciones con sus símbolos y pancartas. Es hermoso ver flamear banderas lo más alto posible. Y con ello, como Vallejo diría, vamos a hablar y tratar en el fondo de la esperanza.
2. Tenemos que cultivar
filiación y pertenencia
Y es que tenemos que cultivar filiación, que nos haga proclamar muy alto nuestra pertenencia: ¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo, y Perú al pie del orbe; yo me adhiero!
Queremos de este modo cultivar y exaltar mucho en el Capulí la identificación con lo que somos, hacia nuestras querencias. Y no solo a ello sino hacia el porvenir que debemos acometer con coraje y entereza.
Las delegaciones que asisten han de llevar entonces sus banderolas, y portar sus emblemas, sus insignias y su iconografía.
Quisiéramos que en todo momento enarbolen y eleven sus estandartes y divisas. Especialmente en el pasacalle que se realizará en la noche del día viernes 21 de mayo.
Y a su vez en el desfile del día domingo por el perímetro de la Plaza de Armas, en la ceremonia de izamiento de la bandera nacional.
Porque nos proponemos como política cultural que cada asistente sienta que milita en una causa, en un ideal, que lo reconozca y construya en su agrupación, en su casa de estudios, en su pueblo, por pequeño que él sea, en su ciudad. Y se consustancie con la cultura a la cual pertenece.
3. Una esperanza
en la cual creer
Cultivemos pertenencia. Incluso, o mucho más aún, para aquello que está soterrado. Mucho más valor tendrá si es algo que recién se rescata y estaba escondido.
Entonces hagamos con diligencia y devoción nuestros distintivos y escudos. Afinemos nuestros lemas y coreémoslo con el corazón exaltado. Bordemos las letras en nuestros brazaletes y pabellones. Encontremos el color adecuado de nuestros gallardetes. Y altas e inhiestas flameen las banderas en el viento.
Ha de ser esta versión décimo primera de Capulí una fiesta de la juventud. En donde se formen agrupaciones que cantan, que bailan, que proclaman poemas delante o detrás de las bandas musicales.
Cada contingente con sus antorchas o farolas, elevando cohetes al cielo, avivando y celebrando su identidad, entonando el himno de sí mismos, de sus centros educativos.
Y sea nuestro homenaje a toda clase de organizaciones, que hay que defender porque lo que nos hace falta es más institucionalidad. Y organizarnos en torno a determinados objetivos e ideales.
Lo importante es que se identifiquen con algo, con una causa, con una esperanza y una fe en la cual creer y militar.
4. Contingente
innumerable
Esta vez hemos de salir en cuatro contingentes hacia los cuatro suyos: Andamarca, Cajabamba, Hanan Chuco y Urin Chuco. Y hemos de encontrarnos en la plaza en donde se realizará un rito de hermandad, cual es la ceremonia del abrazo y del beso.
Donde los amigos se abrazan y besan en la mejilla o en la frente. O en los labios si quieren hacerlo.
Allí las cuatro o más bandas entonarán huaynos y marineras. Y todos hemos de danzar y hemos de regresar, ya todos juntos, por la parte alta, hasta la esquina del chorro de Pichi Paccha, para luego bajar a la Plaza de Armas.
Allí ya estará listo el escenario para la primera noche de concierto del Festival Trilce de la Canción, la Poesía y la Danza Andinas.
Esto y mucho más se podrá apreciar y vivir en los días en que un innumerable contingente de simpatizantes y nuevos asistentes lleguen atraídos por conocer el pueblo donde nació César Vallejo.
5. Fe
en esta hora
Y es que Capulí es construcción y afianzamiento de nuestra identidad, misión que es mucho más importante y de principio al ser el nuestro un movimiento que busca transformar el país con la cultura.
Porque más importa asumir una actitud vital, una manera de responder al mundo y a la vida, porque ello es una manera de ser fieles al país grandioso que somos.
Y esto es bueno hacerlo resaltando en Santiago de Chuco, pueblo que es cuna a la vez de un conjunto numeroso de hombres ilustres y algunos heroicos, que han consagrado su vida y talento a la redención del hombre.
Forjar una nueva actitud vital es lo que debemos hacer. Para ello lo más significativo ahora es encender el entusiasmo para que todos sientan que pertenecen a algo en particular. Y en general nosotros a la tierra de Vallejo y al Perú.
Adhesión a algo. Fe en esta hora y en esta atalaya, esas son las consignas.
6. Identidad
gloriosa
Para ello, basta mirar dónde hemos nacido! ¡Mira tú, a lo que perteneces! ¡El Perú! Tiene raudales de cultura, de expectativas, de valores. Pero mejor aún: de desafíos. Por eso, ama tu tierra. Construye aquí. Despierta. Sacúdete. Date valor.
Reconoce el privilegio de haber nacido en un país íntimo e infinito, intenso e inagotable, dulce y apasionado. Que jamás se acabará.
Que siempre es distinto, que se renueva y recrea. De una savia y de una raíz muy honda. ¡Devoción por el Perú, es el lema y el salvoconducto!
Reconoce que has nacido en la raíz y en el cogollo de una gran cultura. Valórate y así valora lo tuyo.
Se trata de hacer estallar ahora una primavera cultural, como una gran eclosión, como un hecho extraordinario.
Un acto de reafirmación, de identidad gloriosa, de júbilo por ser andinos. Por tener la cultura que tenemos, de sentir y pensar tal y como sentimos y pensamos.
7. Sierra
de mi Perú
De este modo nos preparamos para la gran marcha de los runas a nivel nacional. Bajo el lema: ¡Yo me adhiero!
Porque necesitamos amaneceres de dianas y clarines, de horizontes plenos de estandartes, de calles y arreboles llenos de banderas. Necesitamos celebrar la vida entonando himnos de fraternidad.
Porque la peruanidad no la da ni el pisco ni el cebiche. La da Machu Picchu y César Vallejo. Y esto se inicia conociendo su tierra, donde se gradúa de peruano, adquiriendo un título honorífico de identidad.
Necesitamos luz de alborada. Del baile que ennoblece, que adora a las estrellas, del amor entre hermanos. De ser y sentirnos todos solidarios, todos extasiados de reconocernos vivos. Confiando unos y otros.
Importándonos más el brillo de identificación en las miradas de los ojos, entre quienes compartimos este espacio y este tiempo como circunstancias milagrosas.
Y gritando: ¡Sí, pertenezco! ¡Sí, me afilio!, ¡Voto por quedarme! ¡Sí, me solidarizo!
Y a todo pulmón: ¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo, y Perú al pie del orbe; yo, me adhiero!
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