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miércoles, 12 de mayo de 2010

ASISTENCIA A CAPULÍ 11 DE PERSONALIDADES NACIONALES E INTERNACIONALES




CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina



TELÚRICA Y MAGNÉTICA
EN SANTIAGO DE CHUCO
21 AL 23 DE MAYO, 2010



ME

ESPERARÁ

EL PATIO



ASISTENCIA A CAPULÍ 11
DE PERSONALIDADES,
YA CONFIRMADAS


PRESENCIA
INTERNACIONAL:


CHILE:
OLGA TORO MUÑOZ

ESPAÑA:
FRANKLIN ORTEGA

ECUADOR:
– RUTH BASANTEZ
– NELLY CÓRDOVA

USA:
JAIME SÁNCHEZ LIHÓN

VENEZUELA:
OMIRA BELLIZZIO

Poeta
ÁNGEL GAVIDIA
LAUREL VALLEJO 2010

ARTISTAS
NACIONALES


MÚSICA Y CANTO:

– MARGOT PALOMINO
Cantante

– JESÚS PALOMINO
Folclorista,
intérprete de yaravíes

– DIÓGENES JARAMILLO
Trova
de Santiago de Chuco

– ELÍAS RODRÍGUEZ
Cancionero
de música andina

TEATRO:

– JUAN RIVERA SAAVEDRA
Actor teatral

– ÁUREO SOTELO
Dramaturgo

DECLAMACIÓN:
SEGUNVO VARA BALCÁZAR

ASOCIACIÓN DE ESCRITORES
Y POETAS DE ANCASH:


– ARMANDO ALVARADO B.
– DANILO BARRÓN PASTOR
– JAVIER COTILLO CABALLERO
– VERÓNICA SOLÓRZANO VIDAL


SOCIEDAD PERUANA
DE ESCRITORES:


– ANA MARTHA CROSBY
– ENRIQUETA DELGADO
– VÍCTOR JOSÉ LA CHIRA


UNIVERSIDAD
CÉSAR VALLEJO:


– HERACLIO CAMPANA
– CARLOS CASTILLO M.
– JULIO YOVERA BALLONA

HUAMACHUCO:
LUIS FLORES PRADO

CHICLAYO:
LUIS CIUDAD

CHEPÉN
FERNANDO ROJAS MOREY

NIÑOS
DECLAMADORES:

– Institución Educativa José
Faustino Sánchez Carrión de Lurín

– Asociación de Escritores
“Ciro Alegría” de Huamachuco

INTEGRANTES DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA:


– LUIS ALBITRES
– ARMANDO AZCUÑA
– CARLOS LEÓN M.
– BERTHA MORILLO G.
– RAMÓN NORIEGA TORERO
– FLORENCIA ROLDÁN
– DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
-GILMER RODRIGUEZ G.


(Son varias las personalidades
aún por confirmar, tanto nacionales
y de otros países hermanos, así como
es numerosa la nómina de jóvenes
asistentes)



ºººººººº



¿POR QUÉ

CAPULÍ

ES EN MAYO?


Danilo Sánchez Lihón

1. Asume,
venera y cree

El peregrinaje a Santiago de Chuco, que organiza el movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, ¿por qué se realiza en el mes de mayo de cada año?

Esta pregunta surge queriendo encontrar y saber la razón de esta ubicación de Capulí en el calendario de celebraciones y fastos.

Y sobre aquellos hechos que ya se perennizaron y se hicieron certámenes esperados, continuos y eminentes en nuestra agenda cultural.

Y la respuesta es simple: porque el mes de mayo es el mes que más amó, que más admiración causara y que más evocación plasmó en sus poemas nuestro vate César Vallejo.

Y, en general, no solo él sino toda persona que ha nacido y vivido en esa tierra prodigiosa, lo asume, venera y cree así.


2. En su primer
verdor

Y es que en los días de mayo los campos en Santiago de Chuco se visten de flores. Todo es verdor y algarabía de la naturaleza.

Hay fragancia de lo que germina, nace y crece, mientras bajo el cielo de añil intenso bogan las nubes blancas.

En mayo en la serranía del mundo andino todo es reciente, fresco y tierno. El maíz que se sirve en la mesa es el choclo. Y el choclo es maíz virgen.

Las habas que se degustan en la mesa a la hora de la comida son suaves y casi lechosas por ser prematuras, de un sabor dulce e infantil; y se comen apenas sancochadas.

Toda clase de verduras frescas se prueban en este mes. Y las frutas de las huertas se saborean cuando aún ellas están en su primer verdor y aún en agraz.


3. El mes
que más amó


Pese a que el poema Enereida lo dedicó como una épica de enero, no es el mes que Vallejo prefirió y más amó.

Tampoco es el mes de julio, de los poemas del Terceto autóctono, mes de fiesta y adoraciones. Menos es setiembre con cuyo nombre tituló uno de sus poemas.

Es mayo, el mes de la fecundidad, de la inocencia y la vida nueva como promesa e ilusión.

Porque en Enereida no se ocupa de enero sino de su padre y de la vida como esperanza.

Porque el mes de julio más lo tiene presente en relación a la fiesta del Apóstol Santiago, la embriaguez y la imagen misma del santo reconocida más bien como el Dios Sol de los labriegos.

Y en el poema Setiembre, no hay mundo externo y no es el calendario del año sino el amor ausente el que se evoca, el amor hecho adiós y rasgado en despedida.

Como Setiembre es tristeza y es vacío; es pena, ausencia y desengaño de ya no hallarte nunca.


4. Cañas de mayo
del lugar

En cambio mayo sí es directamente cantado como presencia y como naturaleza, retenida y vuelta a vivir y que se plasma en el poema del mismo nombre, como comentaremos a continuación.

Aunque, en diferentes otros poemas, circunstancias y momentos César Vallejo evoca el mes de mayo siempre con la emoción más honda, sentida y penetrante.

Así en el poema “Idilio muerto” diría con profundidad de imagen, refiriéndose a la andina y dulce Rita, acerca:

de su sabor a cañas de mayo del lugar.

Y en el poema “Capitulación”, expresa:

Anoche, unos abriles granas capitularon '
ante mis mayos desarmados de juventud;


5. Lo pródigo,
lo bello y lo cierto


Relaciona pues mayo a todo aquello que representa la plenitud de vivir, como en el poema XXXV de Trilce:

el tenedor absorto, su doneo radiante
de pistilo en mayo, y su verecundia

Relaciona mayo precisamente a lo que veremos ahora al ir y llegar en esta romería denominada Capulí 11, Vallejo y su Tierra en que llegamos al lar de origen y tierra natal del poeta.

Por eso y muchas otras razones, el mejor mes para viajar a Santiago de Chuco y conocer el pueblo donde nació el poeta de la fraternidad humana, es mayo a cuyo encuentro iremos con el corazón en la mano a saber más de buena fuente acerca de su núcleo vital, y tal como él en esencia fue.

Por eso, mayo es el mes en que Santiago de Chuco aclama a César Vallejo en su casa y en el pueblo que lo vio nacer.

Porque es el mes que más amó y celebró, relacionándolo a lo pródigo, a lo bello y a lo cierto.


6. Su tierra
y su gente


Mayo es afirmativo y es promesa acerca de su tierra y el mundo rural y campestre.

Por eso, Santiago de Chuco con Capulí, Vallejo y su Tierra ha hecho de mayo el mes en que los chucos que quieren ahondar en Vallejo lleguen desde lejos.

Otros salgan desde el fondo de sí mismos a aplaudirlo.

Y quienes quieran conocer Santiago de Chuco y compartir con él lleguen desde lejos hasta su patio por vez primera, y lo hagan en el mes de las flores, de la fecundidad, de la alegría de vivir, que es lo que él en esencia representa.

Y de que Santiago de Chuco reconozca y afiance que es en mayo donde debe dedicar todos los fastos a su gran vate universal, César Vallejo.

Porque a mayo dedica él mismo no solo su evocación recóndita sino la estampa más rotunda acerca de su tierra y de su gente.


7. Sabor
a rastrojo


En aquel largo poema, que lleva precisamente por título Mayo, es en donde retrata hasta con ingenuidad, virtud que adorna a las emociones sinceras, la vida ejemplar, el amor y el trabajo, la cotidianeidad simbolizada en el humo saliendo de las cocinas, como evocando la aurora y el anochecer.

Mayo es el poema que muestra el amor, la idealización que César Vallejo tenía por el campo. Donde se cumplen dos ideales del hombre: un idilio pastoril y el trabajo. Sirve tanto para conocer mejor su tierra como para conocer a Vallejo, cuales son sus preferencias y sus gustos más sentidos.

Habla por ejemplo de una mujer casi con virtudes divinizadas, de una Ruth sagrada que allí ha de encontrarse. Y es que a imaginar esto se presta una naturaleza tan magnificente como la de mayo en Santiago de Chuco.

Es el mural de todo un día, desde la aurora hasta el anochecer, pasando por el cardinal mediodía:



8. El último
lucero fugitivo

MAYO

Vierte el humo doméstico en la aurora
su sabor a rastrojo;
y canta, haciendo leña, la pastora
un salvaje aleluya!
Sepia y rojo.

Se siente qué honda cadencia, qué melodía tan sutil del verso. Y aquella visión idílica, matinal, paisajística. Una pintura en donde resalta lo etéreo, el humo que se eleva, el imperio del día y la luz.

Humo de la cocina, aperitivo
de gesta en este bravo amanecer.
El último lucero fugitivo
lo bebe, y, ebrio ya de su dulzor,
¡oh celeste zagal trasnochador!
se duerme entre un jirón de rosicler.

El lucero se duerme como si hubiera velado ex profeso toda la noche hasta el anunciarse del sol. Y recién se duerme cual un muchacho ebrio, que ha bebido todo el dulzor de esa honda ternura.


9. Unción
de los trigales


Mitología de lo geográfico y cósmico inmersa en el poema. Mundo de la naturaleza y del cosmos que él recrea atribuyéndole acciones humanas para celebrar la vida y consagrar el amor.

Pero luego hay una unión paradójica con el mundo de la cocina y de los juegos de niños, cuando dice:

Hay ciertas ganas lindas de almorzar,
y beber del arroyo, y chivatear!

Es ya el mediodía, con esa referencia tan íntima de las ganas lindas de almorzar, como si este acto no fuera solamente alimenticio sino de comunión con la naturaleza y con los demás, pero que se eleva, que sube a lo alto y se sublima:

Aletear con el humo allá, en la altura;
o entregarse a los vientos otoñales
en pos de alguna Ruth sagrada, pura,
que nos brinde una espiga de ternura
bajo la hebraica unción de los trigales!


10. Utopía
vallejiana


Convicto el anhelo de encontrar allí la arcadia representada en la mujer ideal, vinculada al mundo a la vez divino y rural, llena de ternura, de inocencia y de virtudes, graficadas en la espiga y en la consumación del amor en una alfombra, entre unos muros y en un lecho de trigales.

Y, en seguida, como complemento al amor, en un cuadro arquetípico, el himno al trabajo en el símbolo de un joven labrador con la hoz al hombro camino a Irichugo:

Hoz al hombro calmoso,
acre el gesto brioso,
va un joven labrador a Irichugo.

Canto al trabajo que, ubicado en el marco de un mundo armónico de afinidad con la naturaleza y sumado a los sentimientos de amor pleno de virtudes, constituye una suerte de ideario y utopía vallejiana.



11. El sudor
que honra


Y en cada brazo que parece yugo
se encrespa el férreo jugo palpitante
que en creador esfuerzo cuotidiano
chispea, como trágico diamante,
a través de los poros de la mano
que no ha bizantinado aún el guante.

He aquí el sudor que honra, que da méritos, que dignifica al hombre. He aquí el anuncio ya del poeta de Trilce, de Los poemas humanos y de España, aparta de mí este cáliz.

He aquí donde se valoran funciones del cuerpo por ser noblemente humanas, que resultan ser templos, como puede ser toser y hasta el polvo del que estamos hechos, materia a la cual él dedica hasta un Padre Nuestro, en España aparta de mí este cáliz, porque al igual que sudor el hombre es polvo.

Bajo un arco que forma verde aliso,
¡oh cruzada fecunda del andrajo!


12. Por la cuesta
bravía


He aquí otra reivindicación que abrirá al final a considerar que la revolución social será encabezada y hecha heroísmo por los mendigos del mundo.

La zagala que llora
su yaraví a la aurora,
recoge ¡oh Venus pobre!
frescos leños fragantes
en sus desnudos brazos arrogantes
esculpidos en cobre.

Y no han de faltar en este cuadro idílico incluso los animales, integrados al mundo vegetal y humano:

En tanto que un becerro,
perseguido del perro,
por la cuesta bravía
corre, ofrendando al floreciente día
un himno de Virgilio en su cencerro!


13. El hilo azul
de los alientos rotos


He aquí un anuncio de la utopía plasmada después en Telúrica y magnética de los Poemas humanos, el mundo por el cual luchamos y llegamos en el mes de mayo hasta esta bandera flameante que es Santiago de Chuco.

Delante de la choza
el indio abuelo fuma;
y el serrano crepúsculo de rosa,
el ara primitiva se sahúma
en el gas del tabaco.

Para luego verlo todo ello representado en un vestigio de nuestra cultura que convertiremos otra vez en realidad cualquier día:

Tal surge de la entraña fabulosa
de epopéyico huaco,
mítico aroma de broncíneos lotos,
el hilo azul de los alientos rotos!

Tal es mayo, el hilo azul de los alientos rotos, en Santiago de Chuco y en la poesía de César Vallejo.


14. No ocultar
esencias


Y en donde estaremos muy pronto no solo conociendo, entre los días 21 al 23 de marzo, fecha en la cual se realizará el Capulí 11 Vallejo y su Tierra en Santiago de Chuco, sino definiendo aún más nuestro compromiso de consagrar la vida a concretar y construir la utopía andina avizorada por el poeta de la solidaridad humana nacido entre nosotros.

Porque César Vallejo acertó meridianamente por no ponerle reparos al candor ni a la ingenuidad que lo vive y los siente y con las cuales, además, escribe.

Y a la inocencia de la cual se nutre y con la cual se inviste, para captar un mundo que no solo no se ofrece de otro modo, como es el mundo andino, sino que con ello erige palpitante toda el alma y la manera de ser y actuar del alma andina.

De allí que él sea un ave rara por la fortaleza y además la sabiduría de no ocultar nada de estas esencias.


15. Seremos
invencibles


Todo ello lo recogió de Santiago de Chuco, un pueblo atravesado de un espíritu de infancia, tal como se muestra en el poema Mayo, fresco e inocente, representativo junto a Telúrica y Magnética de la utopía vallejiana.

Por eso vamos en mayo a Santiago de Chuco, para empaparnos más de este ideario y para llenarnos de Vallejo quien ha inundado de gloria al Perú secreto y recóndito.

Es, además, para conocer el lugar natal de un héroe, del paradigma de peruano cabal, muestra y ejemplo de cómo ser, asumiendo lo auténticamente nuestro, un ser universal.

Cada pueblo y cada cultura tienen su paradigma. Ese apóstol en el caso nuestro es Vallejo. El día que el pueblo lo asuma plenamente nuestra patria se encontrará consigo misma, ha de ser desde entonces diferente y seremos invencibles.

César Vallejo es la bandera nacional en el campo de la literatura. Por eso te invitamos a que conozcas su tierra.


16. ¡César Vallejo,
presente!

Porque César Vallejo está situado en la cumbre más inhiesta de la creación humana, en las nieves eternas de lo que ya para siempre es sagrado.

Es patrimonio universal, cumbre hasta donde él ha subido, siguiendo su propio camino, decantando cada hecho, cada grumo de polvo y cada minuto, dispuesto a jugarse la vida por entero, siempre.

Preparado a enfrentarle al misterio convencido de su destino, convicto y confeso de sí mismo y de lo que es el Perú, como un país glorioso.

Porque es el poeta que trabaja sobre la conciencia de los individuos y de los pueblos. Es el ojo avizor mágico capaz de ver en el horizonte y en plena oscuridad.

Es la heroicidad del pueblo andino asumida y representada por uno de sus videntes y profetas más egregios.

Por eso subiremos hoy por los caminos diciendo: ¡César Vallejo, presente!

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