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lunes, 31 de agosto de 2009

INVITACION DE HONOR: 3 de Septiembre





El CAPULÍ DE JULIO HUMALA

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA



ACTIVIDAD ESTELAR: JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE

Hora: 6.30 PM

PRESENTACIÓN DEL VIDEO:

EL CAPULÍDE JULIO HUMALA

EN SANTIAGO DE CHUCO, TIERRA DE VALLEJO



Auditorio de la Derrama Magisterial Av. Gregorio Escobedo 598. Jesús María:

INGRESO LIBRE

COMENTARIOS DE:
OMAR ARAMAYO,
RODRIGO MONTOYA
EMILIO MORILLO
Publicado por Capulí Vallejo

PAGINA ABIERTA I

INLEC DEL PERÚ
Y
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA

7 DE SEPTIEMBRE

DÍA DE
LOS DERECHOS
CÍVICOS
DE LA MUJER

PLAN LECTOR
PLIEGOS
DE LECTURA

RAMOS
Y TRENZAS
DE FLORES

Danilo Sánchez Lihón

“Dejarte como herencia
una patria digna y libre”
Manuelcha Prado

1. ¡Juramento
de honor!

– ¡Alto! –gritó al chofer–. ¡Destrozamos este carro, con todos los cachacos que van dentro, si avanza un milímetro más!

Cien mujeres ya se habían tirado en la carretera y algunas tendidas en el suelo, estaban pegadas a las llantas del vehículo.

– ¡Váyanse!

– ¡Regrésense! ¡Fuera de aquí! –Gritaban las mujeres apostadas a los costados de la carretera a la entrada del pueblo de Santiago de Chuco.

– ¡Regrésense por donde han venido! –Dijo tratando de modular bien la voz doña Raquel Aguilar. –Será mejor. ¡No provoquen aquí una matanza! –Ordenó, hablando por la ventanilla hacia dentro del transporte militar.

– ¡Retírense, vamos a pasar! –se oyó al Comandante decir, desde adentro.

– ¡Atrévase y no queda ni uno vivo!

– ¡Váyanse! ¡Retrocedan!

– ¡Retrocedan! ¡Fuera de aquí!

– Si lastiman a las madres que están delante de las llantas recen y despídanse de sus esposas y de sus hijos. ¡Juramento de honor!

– ¡Juramento de honor! –Exclamaron todas.


2. Uno a uno fueron saliendo
entre vítores y aplausos

Una multitud de mujeres al costado de la carretera tenían la llurimpa llena de piedras. En una mano portaban una de ellas y en la otra un grueso garrote.

Así detuvieron al ómnibus repleto de soldados que había venido a reforzar a los policías para llevarse presos a varios maestros, padres de familia y ciudadanos de Santiago de Chuco.

Era tanto el gentío que no pudieron los soldados ni apearse del porta tropas por miedo de que ahí no más los cogieran y los hicieran pedazos

Dudaron solo tres breves minutos sintiendo que pegadas a las llantas estaban los cuerpos vivos y palpitantes de madres e hijas. Y se volvieron, tal y conforme habían venido.

Las mujeres decididas luego que vieron que el carromato desapareció por las alturas de Chollagueda, de regreso tal y como había venido, fueron al puesto policial y exigieron que pusieran en libertad a todos quienes habían sido tomados presos por los últimos sucesos acaecidos en Santiago de Chuco.

Y así ocurrió. Uno a uno fueron saliendo entre vítores y aplausos.


3. La represión
no se hizo esperar

¿Qué había sucedido? Por represalia política habían trasladado al maestro Encarnación Saavedra de Santiago de Chuco al distrito de Cachicadán.

Sabiendo que era un abuso el pueblo se levantó. Y por el prestigio de que gozaba dicho maestro, encomiando su rectitud, los profesores, padres de familia y ciudadanos en general protestaron, capturando la escuela y declarándose en huelga.

La represión no se hizo esperar: cogieron presos a una veintena de personas que lo único que querían es que prime el bien y no la arbitrariedad. Y desde Trujillo se ordenó trasladarlos en calidad de subversivos.

Allí es que se levantaron las mujeres capitaneadas por doña Raquel Aguilar Verau.

Y ahí fue que ellas detuvieron a la entrada del pueblo al transporte que portaba a más de 60 soldados armados.


4. Era también
el primer levantamiento de mujeres

Pero sabiendo que en cualquier momento iban a regresar con peores tretas, doña Raquel y otras mujeres ensillaron acémilas y partieron al galope y de madrugada, habiéndose reunido antes el grupo en la curva de Las Guitarras.

Primero hasta Shorey y después rumbo a Lima.

Allí pidieron entrevista en el Palacio de Gobierno, donde dialogaron con el Presidente de la República, don Augusto B. Leguía, presentándole un memorial con muchas firmas y explicándole en vivo acerca de la verdad de los hechos que estaban ocurriendo en su pueblo.

Esa delegación de mujeres fue la primera de Santiago de Chuco en llegar hasta Palacio de gobierno y traer una orden de restitución para un maestro ejemplar como era don Encarnación Saavedra.

Era también el primer levantamiento de mujeres que ocurría un 25 de abril del año 1937, en Santiago de Chuco.


5. Cuando se defienden
los derechos de uno

La comitiva de mujeres trajo en su retorno de Lima la orden de restitución en su puesto del maestro Encarnación Saavedra, quien al conocerla se trasladó a pie desde Cachicadán adonde había sido trasladado y fue a tomar posesión de su nuevo puesto.

Al llegar, fue recibido con ramos de flores, “La parinón” que es la banda de músicos, y por toda la ciudadanía en Collosgón, donde termina la cuesta de “Salesipuedes” que va y viene de Cachicadán.

El Concejo Provincial de Santiago de Chuco, en 1946, rindió homenaje a la señora Raquel Aguilar Verau con medalla y pergamino de honor, que dice: “Por el cumplimiento de sus deberes maternales” –y ella ostentaba que dijera así: maternales–, como reza el Diploma que ahora luce en su sala.

Alguna vez se le preguntó si se consideraba una mujer líder, luchadora y de avanzada en la defensa de los derechos de la mujer. Ella dijo:

– Cuando se defienden los derechos, cualquiera sea, se defienden los derechos de todos, porque basta que avasallen los derechos de uno para que nos ofendan a todos los seres humanos.


6. Se escuchan gritos
de un tumulto

Esto he recordado ahora cuando he bajado a la Plaza de Armas de Santiago de Chuco, a acompañar al Apóstol Santiago el Mayor en su procesión, hoy día 25 de julio.

Desde la esquina del chorro Pichi Paccha, en la calle alta, se ven los andamios de carrizos de los castillos de fuegos artificiales que se quemarán esta noche.

Y también se divisan las estructuras renegridas de otros que ya se quemaron anoche, Día del Alba de la fiesta, y que por ser tan altos sobresalen sobre los techos rojos.

Habiendo ya pasado la puerta del Convento, con las calles congestionadas de gente, que visten atuendos y lucen aires de fiesta, estando ya casi delante de la comisaría se escuchan gritos de un tumulto.

– ¡Suéltenlo! ¡Suéltenlo!

– ¡Oye! ¡Qué te pasa!


7. Es casi una niña,
con una criatura en la espalda

– ¡Adentro! ¡Hay que meterlo adentro! –gritan los policías.

– ¡Devuélvanme mis llaves! ¡Policías desgraciados!

¿Qué ocurre?

Es un muchacho esmirriado, con atuendo de bayeta, ágil e impetuoso, de cabello ensortijado y abundante, el rostro encendido, apenas un adolescente que lucha con seis policías.

Unos lo empujan de atrás y otros desde adelante. Quieren arrastrarlo hacia la puerta. Pero él mismo se coge de los parantes y allí se atraca.

– ¡Al calabozo! ¡Al calabozo! –Gritan los policías.

– ¡Suéltenlo! ¡Oigan! ¡Suelten a mi marido! –Grita la mujer.

Es casi una niña, con una criatura en la espalda, que arremete deteniendo a los policías y prendiéndose del muchacho para ayudarlo a zafarse de los custodios con uniforme verde.


8. Revolotean por el aire
sus dos trenzas

Por fin logran meterlo y desaparecen por el callejón de la comisaría. Ella queda afuera, atajada por otros policías.

Pero la mujer se suelta, empuja y entra. Y logra, no sé cómo, sacarlo hacia fuera al muchacho, que se defiende que lo apresen con puños y patadas.

– ¡Suelten a mi marido! ¡Oigan! ¡Por qué van a detenerlo! ¡Abusivos!

Pollera roja, blusa verde con bordes blancos y amarillos. Encarnada el rostro por la emoción y la cólera.

Revolotean por el aire sus dos trenzas negras, donde lucen bien sujetas unas flores silvestres.

Otra vez los seis policías lo arrastran al muchacho pero ella como una fiera, alzando los brazos se prende de él y lo rescata, arrastrándolo calle abajo, tropezándose en las piedras.

Los policías se quedan anonadados.


9. ¡No
me voy a callar!

– ¡Desgraciados, devuélvanme mis llaves! –Vocifera el muchacho.

– ¡Ya cállate! ¡Vámonos! –Le grita ella.

Y pocas son sus fuerzas para sostener a su marido que quiere soltarse y arremeter otra vez contra todos los policías que se han quedado inmóviles.

– ¡Afuerinos! ¡Jijunas malnacidos!

Uno de los policías, el más corpulento, se adelanta amenazante, con la vara en alto:

– ¡Vamos todos a cogerlo! –Dice y anima a sus compañeros a seguirlo.

– ¡Devuélvanme mis llaves, cachacos hideputas!

– ¡Ya cállate! –Y ella hecha un revoltijo le tuerce la cabeza para que ya no mire hacia atrás.

– ¡No me voy a callar los abusos! ¡Hideputas!

Y allí corren decididos a castigar al insolente.


10. Así es mi pueblo.
¡Y así es su gente!

– ¡Ya ándate! ¡Llévalo! –grita una mujer con una fuente de mermelada en las manos que se interpone.

– ¡Ayuden! ¡Llévenlo!– grita otra que también se ha interpuesto. Y ahora hay una muralla de mujeres

La mujercita como sea arrastra a su marido. Y lo sigue jalando calle abajo.

Cuando las bombardas en el cielo anuncian que ya está saliendo a la plaza el Patrón Santiago en su anda de oro.

– ¿Cómo se llamará esta mujercita? –Escucho que dice el policía.

– ¡Raquel Aguilar! –le digo.

– ¿Así se llama? –Me mira curioso e incrédulo.

– ¡Claro! ¡Todas las mujeres aquí se llaman Raquel Aguilar! ¿No ha visto cómo las otras les han atajado?


11. ¡Es
la Pacha Mama!

– Y, ¿qué fuerza, no?

– ¡Qué manera de pelear por su compañero! ¡Ya quisiera que alguna vez alguien me hubiera defendido de ese modo!

– Así es mi pueblo, Santiago de Chuco. –Le digo yo. ¡Y así es su gente!

– ¿Y qué significa afuerino, señor?

– De afuera.

– Y, ¿las otras palabras?

– Las otras palabras creo que ustedes las entienden.

– Y, ¡qué manera de hablar tiene aquí la gente!

– ¡Por algo, de aquí surgió también César Vallejo, señor!

– ¡Y son del campo!

– Precisamente, es por eso. ¡Es la Pacha Mama!, de ella deviene toda virtud y toda sabiduría, señor.




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31 de Agosto:DIA INTERNACIONAL DE LA SOLIDARIDAD
INSTITUTO DEL LIBRO Y LA LECTURA


INLEC DEL PERÚ
Y
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA




DÍA
INTERNACIONAL
DE LA
SOLIDARIDAD



POETA
DE LA SOLIDARIDAD
ES CÉSAR VALLEJO


Danilo Sánchez Lihón

El artista que sólo toca a las muchedumbres,
se acusa de inferior;
el que toca solamente a las “elites”
se acusa excelente;
el que toca a las muchedumbres y “elites”
se acusa genial.
César Vallejo


1. Un descomunal
himno a la vida


Hay múltiples aspectos en los cuales César Vallejo es un ejemplo de artista, de hombre y paradigma egregio del género humano.

Quiero recoger aquí solo un contenido de su majestuosa personalidad cual es su adhesión, su militancia, su solidaridad con la condición humana.

Porque la grandeza de una persona es hacerse padre, protector y más aún: progenitor de la humanidad. Es decir, quien gesta, y más aún quien la hace parir mundos nuevos, como él lo hizo.

Es la autenticidad para asumir el mundo, solidarizarse con lo más sensible que hay en él: los pobres, los débiles, los marginados, los golpeados, los indígenas, los indigentes. Y César Vallejo murió por solidarizarse y consustanciarse con ellos, hasta el punto de hacerse uno más de sus huestes.

Reside la grandeza de un hombre en su capacidad para recoger experiencias del mundo y proyectarlas en un horizonte de valores en una nueva dimensión, como él lo hizo.

Y en hacer que muchos seres humanos rediman su vida reconociendo que así como por el bien individual hay que luchar por el bien colectivo.

La vida y obra de César Vallejo es un coloquio con el ser más íntimo pero también proyectado hacia el hombre hecho colectividad, configurando pueblo y asumiendo su compromiso como humanidad.


2. Exploró hasta el fondo
las raíces del dolor


Es una dilucidación con el hombre en su condición de especie.

Es la comunión con la humanidad dolida y representada en el hombre que sufre.

Y César Vallejo sufrió, no por incapacidad sino por sobrehumana capacidad para hacerse solidario con los demás, que para él no son otros, sino hermanos.

Y murió por una guerra que ocurría a mil doscientos sesenta kilómetros de distancia, como fue la Guerra Civil Española, estando él en París.

¿Pero acaso murió por incapacidad acerca de resolver problemas? ¡No! Él se echaba los problemas del mundo a sus espaldas.

Cantó el responso al dolor humano, ¿acaso por su incapacidad para ser feliz? ¡No!

Sufrió de hambre y frío, ¿pero acaso por falta de dones para proveerse de recursos? ¡No!

Sufrió el no tener un techo dónde dormir, ¿acaso por desidia? ¡No!


3. Igual que Cristo
pero sin un padre que lo auxilie


César Vallejo todo lo asumió por solidaridad humana.

Él se erige como la boca del ser de la humanidad integral, como el cuerpo integral y como el alma integral.

Es la voz que interroga y que también blasfema, porque en él todo repercute hombre.

Todo él lo mide con la esencia del hombre, no con la de Dios como entelequia.

Con Dios más bien se enfrenta para reprocharle tanto abandono y tanta desolación, a quien adivina como alguien que también sufre por su creación:

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Es de los alzados reclamándole a Dios acerca de su creación. Él es el réprobo por defender y solidarizarse con el hombre.

Por él habla el hombre impertérrito en su soledad como habla la humanidad congregada, militante, multánime.

Vallejo exploró hasta el fondo las raíces del dolor. Más al fondo de donde puede ser posible, o donde pueda verse y hasta, si se quiere, imaginarse o presentirse, igual que Cristo pero sin un padre que lo auxilie y de él se apiade.


4. Infinita redención humana
y colectiva

Los Poemas humanos son fruto de las entrañas más hondas y viscerales del sufrimiento a que puede llegar el ser, por solidaridad, no por incapacidad personal.

Son poemas cribados en las brazas ardientes del peor de los sufrimientos, solo que en este caso aquel que tiene razón y conciencia de ser, pero sin un Dios seguro que lo ampare

Y, siendo “España aparta de mí este cáliz” la cumbre más alta de la poesía de todos los tiempos, ¿cómo lo hizo?

Lo hizo sin tener trabajo del cual sustentarse. Sin tener los medios para comer. Sin tener siquiera una piedra ya no en qué recostar su cabeza sino en que sentarse.

Su gigantesca aventura humana, la de ganarle al dolor, la de entresacar algunos diamantes del sufrimiento y hasta de la muerte, es majestuosa como proeza de la humanidad en su conjunto.

Porque erige sobre el abismo unas claves redentoras de la condición humana. Todo ello sólo alentado por el desvelo acerca de cómo solidarizarse con el destino del hombre, de la humanidad y de su existencia.

De allí que los “Poemas humanos” y “España, aparta de mí este cáliz” sean nuevas Sagradas Escrituras, a la altura y al nivel de los profetas bíblicos, dado que todo lo transforma en infinita redención humana y colectiva.


5. El Evangelio
Vallejo

El evangelio Vallejo expuesto más explícitamente en el sermón de la batalla, que es el poema “Masa”, preconiza en síntesis de que ni un solo ser se salva si es que no se salvan todos.

Que hasta el criminal no es culpable de nada, que no debe haber ni un solo Judas, ningún réprobo ni condenado al Infierno o al Purgatorio.

Elimina y abole el Infierno y el Purgatorio, por no ser lícitos y legítimos juzgados desde la condición humana.

Glorifica que la muerte desaparecerá porque todos los hombres de la tierra se juntan, y al unísono, hacemos escuchar nuestro clamor no a Dios sino al hombre que se está muriendo.

Entonces la muerte despierta de su letargo, ha de levantarse de su postración y ha de abrazarse, ¡ella misma viva!, al primer hombre, emocionada, emocionada sí, por haber sido salvada con nuestra unión inquebrantable.

Predica el Evangelio Vallejo que hasta el cielo tiene que volverse un hombrecito. Que él tiene que venir hacia nosotros y no ir nosotros hacia él.

Que el cielo tiene que ser bueno y la muestra que haga es que debe solidarizarse con el hombre. Y no que el hombre tiene que hacerse merecedor del cielo.

Y que el hermano obrero y el hermano campesino, redentores y salvadores nuestros, que ellos se apiaden y perdonen nuestras deudas.

Un ser así solo pudo gestarse en una cultura solidaria como es aquella que se forjó aquí y que hizo de la solidaridad una política de Estado y un orden social como fue el Tahuantinsuyo de los Incas.


6. El día que
desayunemos todos

Por eso, César Vallejo no solamente es el poeta que cristalizó una obra genial, quien hizo que la lengua humana dijera del hombre algo para lo cual los idiomas no estaban preparados, quien expresó en poesía verdades supremas jamás presentidas, sino que es el perfil del hombre cabal y absoluto por solidario.

Aquél cuya vida es un camino y una moral a seguir, por ser una entrega generosa a las grandes causas humanas

Considerarlo así es ser fieles al sufrimiento que él asumió, no gratuitamente, sino como una toma de posición coherente frente al mundo, ante la raza que él sintetiza y representa y ante la historia que él, finalmente, abarca y redime.

Optó por la poesía reconociéndola como un arma de lucha, la misma que fue asumida por él como un ejercicio de virtud y una marca de justicia, como una ética de la vida y como una actitud de la máxima responsabilidad social.

La asumió como un compromiso y una acción de servicio a su prójimo. De allí que él sea el poeta símbolo, paradigma y modelo de hombre. Y la expresión máxima de la solidaridad como valor humano tangible, actuante y proyectivo.

Porque concentra el sufrimiento pero al mismo tiempo el valor, la intrepidez y la esperanza para cumplir aquel anhelo de:

Y cuándo nos veremos con los demás, al borde
de una mañana eterna, desayunados todos!


7. Cuando marcha a matar
con su agonía

Su poesía es acto, lucha, definición. Es la expresión máxima de solidaridad.

Sus palabras son armas, soldados, militantes; que animan, entusiasman, se arrojan.

Son gritos, estallidos, metáforas de fuego, que claman, exhortan, explosionan, pero desde el humus y la arcilla que somos y desde el hálito de que estamos hechos.

Discutió arduamente, y consigo mismo, acerca de la función del escritor, del arte y de la palabra.

Debate no sólo teórico sino que él hace vivencial cuando, en el “Himno a los voluntarios de la República,” escribe:

Voluntario de España, miliciano
de huesos fidedignos, cuando marcha a morir tu corazón,
cuando marcha a matar con su agonía
mundial, no sé verdaderamente
qué hacer, dónde ponerme; corro, escribo, aplaudo,
lloro, atisbo, destrozo, apagan, digo
a mi pecho que acabe, al bien, que venga,
y quiero desgraciarme;
descúbrome la frente impersonal hasta tocar
el vaso de la sangre...


8. Una cultura
al servicio del hombre

Igual de iluminadora y radical es su posición en el discurso que pronunciara con ocasión del Segundo Congreso Internacional de Escritores en Madrid, apoyando la causa de la República Española, cuando dice:

“... hemos sabido cómo el 5º regimiento había salvado los tesoros artísticos encontrados en el palacio del Duque de Alba, y los había salvado al precio de algunas vidas... nosotros queríamos digo, que en esta contingencia trágica del pueblo español y el mundo entero, los museos, los personajes que figuran en los cuadros, hayan recibido tal soplo de vitalidad que se conviertan también en soldados en beneficio de la humanidad”.

Anheló una cultura viva, una cultura al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la cultura.

Él quiso que una escultura, como los seres representados en los cuadros, defienda al hombre en contingencias amargas y atroces como fue la Guerra Civil Española.

Y no una “cultura” para la cual el hombre tuviera que sacrificar su vida, para defender las obras de arte, los cuadros o las piezas de museo. ¿Quién podría discutir una toma de posición verdadera como ésta?


9. La hazaña
del hombre y la vida

Esta es una perspectiva opuesta a aquella que mitifica el arte y se olvida del hombre, que sacraliza los objetos y depone la realidad cotidiana. De allí que Vallejo tenga valor, porque nos devuelve constantemente a las circunstancias, al padre, al hermano y al hijo que somos.

Su poesía son esos combatientes que él reclama para defender la vida, son esos soldados, guerreros y militantes, que se levantan para exaltar emocionados la hazaña del hombre y la vida en el mundo.

Por eso, al referirme a esta agonía,
aléjome de mí gritando fuerte:
¡Abajo mi cadáver!... Y sollozo.

Un ejemplo de todo ello es su propia poesía, que estuvo al lado de los soldados del Ejército del Este – Guerra de la Independencia, en las trincheras mismas del río Ebro, junto a los milicianos del 5º Regimiento, en Cataluña.

Fueron ellos mismos quienes fabricaron el papel, que no lo tenían, en momentos en que cada minuto es un tesoro para salvar la vida y obtener la victoria.


10. El libro
cayó luchando

Y lo hicieron juntando sus vendajes, sus camisas desflecadas, los algodones de sus heridas, las fotografías de sus amadas y de sus hijos.

Para luego moler el amasijo, orearlo al viento de las batallas haciendo el papel e imprimiendo el libro al fragor de las bombas y la metralla; salpicado de lodo y sangre, como de esperanza y verdad.

Todos sudamos, el hombligo a cuestas,
también sudaba de tristeza el muerto
y un libro, yo lo vi sentidamente,
un libro, atrás un libro, arriba un libro
retoño del cadáver ex abrupto.

Ese libro estuvo al lado de ellos, cual si fuera un miliciano, tal y cual si cargara con ellos las bombas de un cañón y disparara.

Y el libro, al igual que los soldados, cayó luchando, salvándose apenas dos ejemplares que fueron guardados por los monjes quienes al amanecer, recogieron víctimas y despojos del campo de batalla.

Esos volúmenes fueron ubicados sin clasificar en la biblioteca del Monasterio de Nuestra Señora de Monserrate.


11. Es la más rotunda
confianza en el hermano

Ningún elogio, ningún premio, ningún grado honorífico, ni estudio consagratorio, pueden valer tanto para un autor, un libro o para la poesía misma, como aquel hecho por su dimensión de vida, de verdad y de heroísmo.

Haber sido un libro editado en la trinchera de una guerra, al fragor de una batalla y haber corrido la suerte de cada hombre, muriendo o viviendo, enhiesto hasta el tope en su consagración a sus convicciones e ideales.

Pero, si sólo fuera eso su mérito no sería absoluto, sino que cesados los bombardeos y pasada la contienda se lo sienta otra vez y siempre un libro verdad, para lo excelso de la poesía como para la vida cotidiana, común y corriente; es decir que tenga un valor para lo temporal como también para lo intemporal.

Y es qué España aparta de mí este cáliz, es un descomunal himno a la vida, asumiendo todo el horror de la guerra y de la infamia.

Es la más rotunda confianza en el hermano y, a la vez, la más tenebrosa soledad, hasta el punto de hacernos tiritar de frío o encendernos con el ardor más sublime.


12. Con toda su plena
y poderosa humanidad

Es la mayor esperanza –en su estado límite y vital– como es a la vez la incertidumbre más absoluta en el destino del hombre.

Es la visión de la vida más pura y fraterna, pero teniendo ante sí las horrísonas fuerzas del mal y de la muerte.

Es el rayo que no cesa, iluminando lo tenebroso de la noche y la condición sufriente del hombre y a la vez la aurora y el amanecer más radiante:

¡Constructores
agrícolas, civiles y guerreros,
de la activa, hormigueante eternidad: estaba escrito
que vosotros haríais la luz, entornando
con la muerte vuestros ojos;

Nadie, como César Vallejo, estuvo luchando por la España Republicana con el corazón en la mano, en cada frente de guerra, en cada segundo en que se arriesgaba la vida, al pie de cada cañón mudo o que atronara.

Despedazado por cada bomba que explotaba y atravesado por cada esquirla que se expandía; delirante, íntegro, con toda su plena y poderosa humanidad.


13. Flechas hacia
un mundo nuevo

Nadie como él para haber asumido cada gota de sangre que se derramara en un himno total y pleno de humanidad.

Con el poder incandescente de la palabra al rojo vivo, con cada letra convertida en fuego puro, como la lava de un volcán que erupcionara.

Él junta toda esa energía desatada por el antropoide que somos, en trance de hacer parir a la historia, para legarnos un mensaje de amor, de solidaridad, de fraternidad y de redención universal del hombre sobre la faz de la tierra.

que, a la caída cruel de vuestras bocas,
vendrá en siete bandejas la abundancia, todo
en el mundo será de oro súbito
y el oro,
fabulosos mendigos de vuestra propia secreción de sangre,
y el oro mismo será entonces de oro!

César Vallejo es el inicio de una verdad que no acaba, es el inicio de una aventura humana nueva, es una voz que apunta hacia un universo aún inextricable. En su poesía hay claves, llaves, signos, flechas hacia un mundo nuevo. Es el principio de una certeza que aún se inicia e intuyo que jamás acaba.


14. Subamos
a los Andes

Y así como hemos evocado en diferentes oportunidades al labriego, como también a la parva de trigo, de avena o de cebada; y al viento y al fruto; así también, evocamos a Jesús de Nazareth.

Y junto a él a César Vallejo de Santiago de Chuco, unidos ambos por una vida llena de significados profundos:

Nacieron en hogares humildes.

Ambos son martirizados hasta el día de hoy.

Escogieron sacrificarse en la cruz de la pobreza y de la expiación.

Murieron jóvenes, y ambos son grandiosos y extraordinarios redentores, a partir de quienes ha de construirse un mundo nuevo de amor y fraternidad universales.

De allí que proclamemos que con el laurel, la palma y el arma de la poesía, hecha verdad redentora, subamos a los Andes los trabajadores del arte y la literatura para que a partir de allí hagamos la revolución poética y humana que César Vallejo nos señala.

Y lo hagamos con el contingente y el ejemplo de quienes dieron su vida por el hombre, también de quienes liberaron a la América de sus cadenas.


15. La invencible
esperanza

Y proclamar, a propósito de César Vallejo, una literatura y un arte del verdadero Perú.

No la expresión apátrida de los que están apoltronados en todos los lugares desde los cuales medran, contaminan, mienten y especulan hasta con la vida.

Y encontremos ese país prístino, níveo y candoroso de los pueblos humildes pero grandes.

Y hacerlo creando una nueva cultura, un orden nuevo en donde no se instalen en el trono los impostores y los descastados de siempre.

Donde a la cabeza e izando banderas estén los legítimos hijos del Perú glorioso y eterno, como es César Vallejo.

Y esto como la única herencia digna que podemos y debemos dejar a nuestros hijos, a nuestros nietos y para la eternidad.

Y si la esperanza cae –digo, es un decir– hagamos realidad cuanto antes nuestro lema, que será fuego invencible: “Vallejianos del mundo, ¡uníos!”.





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AULA CAPULI

CELEBRACIÓN
DÍA
MUNDIAL
DEL FOLCLORE

22 DE AGOSTO 6 pm.


Club Lambayeque
Av. del Ejército 977. Miraflores

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ALA CON ALA

Danilo Sánchez Lihón

1. Veremos
si acompasan


Los maestros integrantes de la orquesta de cuerdas empezaron a llegar a la sala de mi casa cuando fui llamado por mi padre para tocar la batería. Los instrumentos hace días que se afinaban y los ensayos se habían hecho continuos para una velada literario-musical organizada por los planteles educativos.

– Esta noche va a venir el hacendado de Tulpo, –informó.

Habíamos interpretado ya algunas piezas cuando llegó un señor alto y jovial, de ademanes desenvueltos y de barba y bigotes castaños, de hablar fuerte y risueño.

Saludó a mi padre con cariño y a todos les tendió la mano, poniendo sobre la mesa una botella de pisco "del bueno", "para abrigarnos", dijo con una amplia sonrisa.

Junto a él habían ingresado dos niñas, casi señoritas, que permanecieron de pie y a quienes yo nunca había visto antes. Tenían un aire secretamente altivo, de rasgos hermosos por la firmeza de sus gestos y lo profundo de sus ojos.

Mientras el hacendado ya en su asiento reía y servía, alargando sus rodillas y estirando sus brazos, expresó:

– Estas son mis hijas, don Pascual. Veremos si acompasan en el baile.


2. Vírgenes
del Sol


Tenían ambas un gran parecido, pero la mayor poseía una belleza acaramelada, ojos vivaces y rasgos muy definidos. La menor de grandes ojos negros y el color capulí en su rostro era de un brillo tornasolado.

Después de los brindis, mi padre dirigiendo una mirada a la orquesta indicó:

– Vírgenes del Sol.

Marcando el compás con un leve movimiento de cabeza y hundiendo luego su brazo para levantar el arco del violín, dio la orden de empezar.

Unos bordones profundos de guitarra, de mandolinas y violines resonaron en la sala. Yo, con el bombo, seguí los acordes del fox incaico que como una crepitación de latidos descendía hasta los abismos y luego se elevaba hasta los picachos más empinados.

Las dos muchachas salieron hacia adelante, haciendo primero una honda inflexión y luego siguieron la danza con un compás libre y ungido a la vez, con una actitud agraciada y ceremonial; con una faja de arco iris que cogían con una mano, y en la otra un pañuelo que agitaban en el aire.

Ambas tenían faldas negras con flecos de colores cosidos a los bordes. Sus pantorrillas, al hacer los giros, se veían límpidas y perfectas.

Era tan hermoso el ritual, los pasos, los movimientos de sus brazos y el revuelo de sus faldas, que del padre las miraba orgulloso, y alzando su vaso en silencio brindó con los maestros-músicos que seguían la escena, sorprendidos, fascinados, arrancando de sus instrumentos notas que yo jamás había escuchado antes.


3. Como vicuñas que erguidas
otean el horizonte


A mi padre muy pocos hechos y asuntos llegaban a satisfacerle plenamente y, cuando algo le conmovía, abstraía su mirada hacia el cielo raso de la sala, sin dejar de tocar y sin decir una sola palabra.

Pero yo le conocía bien cuando algo le hacía gozar muy en lo recóndito de su alma: se le acentuaba un haz de arruguitas en torno a las sienes que eran para mí su sonrisa íntima, señal de que ocurría algo extraordinario dentro de él.

En dichos momentos la mirada se le iba a las nubes, como si estuviese en un espacio y en un tiempo inalcanzables.

Esta vez cuando terminó la pieza hubo un silencio de arrobamiento.

– Bailan precioso las niñas, –se atrevió a decir don Panchito Miñano rompiendo el encantamiento.

– Nunca había sentido tan bella esta danza –acotó, con la dulzura en sus ojos, y visiblemente entusiasmado, don Luchito Donet, que abrazaba su mandolina.

Mientras los maestros se servían y afinaban otra vez sus mandolinas y guitarras, las dos hermanas habían tomado asiento con los rostros arrebolados y siempre con el embrujo de sus ojos de ensueño mirando a lo alto.

Era hermosa la altivez de ambas, como vicuñas que erguidas otean el horizonte desde las cumbres intactas.


4. Flores que penden
sobre los abismos


– ¡La Pampa y la Puna!

Dijo con énfasis mi padre. Noté en su voz una inusitada agitación rara dentro de su talante calmado y severo. ¡Tan inusitado era que dejara trasparentar una emoción!

Nuevamente los instrumentos arremetieron con fuerza, pero esta vez con una cadencia y profundidad que oprimía el pecho. Desde la batería yo comprendí que todos éramos arrollados por las aguas de un río turbulento y recóndito, por un destino solemne e inextricable.

Otra vez las hermanas avanzaron al centro, bailando con un compás de mujeres que afrontan su designio; enlazándose y separándose con el ritmo de sus pasos, envolviendo la faja en sus cinturas, colgándola levemente en sus extremos de sus hombros, juntando con ella sus caderas y dando ágiles vueltas como si sortearan peligrosos remolinos. Dos flores y espigas de luces y colores primorosos pendiendo sobre los abismos.

– ¡Maravilloso! –musitó esta vez don Julio Geldres distendiendo su gesto adusto y a quien hasta ahora nunca lo había oído decir "ésta boca es mía".

– ¡Viva el Perú, carajo! –se exaltó con toda justeza el hacendado–. ¡Es grandioso nuestro pueblo! ¡Es único! –volteó a decirme convencido.

A mi padre se le habían puesto los ojos como unos manantiales. Cuando paró la música, al recibir su copa, la levantó verticalmente y vació el licor directo a su garganta haciendo un ruido áspero y pleno.

Nunca lo había visto hacer eso. Pasó el puño por los labios mientras ordenó:

– India Bella.


6. ¿De qué oquedades afloraba
esa gracia y genio bravío?


Trinaron las mandolinas. Se hicieron elevaciones y descensos en el diapasón las guitarras. Los dedos vibraron en las cuerdas de los violines, ¡y yo atroné en el redoblante y en los platillos!

Yo me había puesto casi de pie para golpear el pedal del bombo, tamborilear con las baquetas y hasta con los dedos de mis manos en el redoblante. Golpeaba la madera de los aros de la tarola hasta con los codos. Y con el envés de las baquetas los platillos extrayendo sonidos ora de clarines ora susurrantes. Definitivamente estaba loco y hechizado.

La faja ahora era de mil colores y las hermanas la cogían en lo alto con las dos manos. Se empinaban alzándola más arriba de sus cabezas. Ora daban saltos en fuga, ora eran lentos y maternales; a ratos con la cabeza erguida, a ratos profundamente inclinadas hacia sus senos y vientre.

¿De qué oquedades afloraba esa gracia y ese genio bravío? ¿Cómo era posible que surgiera repentina tanta belleza y absolutamente perfecta?

Recuerdo allí haber mirado tan hondo a la vida, sentido su pulso y su talle; esos rostros de almendra como frutos supremos de nuestros árboles, de nuestros campos y de nuestras peñas. ¿Cómo es que habían brotado? Y al fondo, detrás, al infinito, era el cielo que volvía a crearse en una conflagración de ventarrones, truenos y arcos iris.

– ¿Es su hijo, don Pascual? ¡Qué bien marca el compás y hace maravillas con la batería este chico! ¡Es de oro puro, oiga usted!

Eso dijo el hacendado con un talante cordial y transparente, mirándome orgulloso.

Fue es ese instante que sentí como un fulminante esos ojos negros y lentos de la hija menor, que atravesaban mi pobre corazón totalmente inerme, desprevenido e ignorante de que pudieran haber relámpagos más intensos y enceguecedores que los que caían en las tempestades de febrero y marzo.

– ¡El Cóndor Pasa!

Clamó literalmente, esta vez sí ostensiblemente obsesionado, mi padre.


6. Una torcaza envuelta
en miles de colores


Todos los instrumentos juntos se elevaron como un viento impetuoso, y ellas entonces sólo fueron alas y pañuelos en el firmamento, más allá de las paredes estremecidas de la sala de mi casa y más allá del cielo infinito.

Yo pude morir en ese vendaval, porque se perdió la tierra bajo mis pies. Todo se volvió eternidad y el instante se convirtió en una torcaza envuelta en miles de colores, que baila rozando sus alas con mis alas, sus latidos fundiéndose con mis latidos, su destino con mi destino, en el espacio infinito y en el instante crucial.

Cuando terminó la música estábamos exhaustos. Un silencio imponente nos embargaba, pasmado más aún por el estallido de los instrumentos que había cesado tajantemente.

Solo los rostros de las hermanas permanecían fulgurantes y diáfanos.

Y los ojos de la menor detenidos para siempre dentro de mis ojos como si hubiera un misterio que me perteneciera desde el principio y el final del tiempo.

Los maestros tenían aún la mirada arrobada y húmeda de emoción cuando alzando nuevamente las copas el hacendado dijo gravemente:

– ¡Brindemos!... ¡Por el Perú!

– ¡Por el Perú eterno! –dijeron todos a una voz.

Terminados los saludos de despedida, el padre y sus hijas, que se echaron unos pañolones a sus hombros, salieron al frío, a la oscuridad de la calle empedrada y la bóveda sideral.


7. Me sorprendía
encontrarme vivo


Esa noche al irme a dormir, me sorprendía encontrarme vivo. Me laceraba tanta felicidad. Sentía ser dueño de algo inconmensurable que jamás había soñado ni imaginado que existiera en el mundo. Era una emoción profunda, mezcla de hondo dolor y de un gozo sin límites.

Aún oía en mis tímpanos los sonidos agudos de los violines y el ritmo de esos pasos como cruzando precipicios. Como si la ternura se atreviera a retar y vencer lo aciago de la vida, del destino y de la muerte.

Al día siguiente miré largamente los balcones de recios balaustres de la casa grande y vetusta que tenía la hacienda de Tulpo en Santiago. Varias veces pasé delante de sus ventanales y cuando me decidía a regresar, al voltear la esquina y alzar la mirada, en uno de ellos encontré esos ojos negros en ese rostro encantado.

Era ella, envuelta en un pañolón oscuro que hacían su frente y sus mejillas más encendidas todavía, con un mechón de su cabello que caía hacia un costado.

– ¡Hola! –dije, ahogándome.

– ¡Hola! –contestó sonriente. Y después de unos segundos interminables preguntó–. ¿Cómo estás?

– Bien. ¿Siempre vienes a Santiago?

– Siempre. Pero mañana ya nos vamos.

– ¿Y regresan?

– Ya no. Pero a mí me da pena.

Hay instantes en que el ave venturosa del destino aletea sobre nuestras cabezas, pero no tiene dónde posarte, porque debajo hay un torrente incontenible que todo lo envuelve y sepulta.

Pero sobre ellos se erigen instantes que son una eternidad, de una lentitud inacabable en la tarde silente y lluviosa. ¿Qué ocurrió?


8. Sus ojos eran mi largo
e inabarcable camino


Esa noche hasta altas horas de la madrugada estuvo encendida mi lámpara. Yo escribí una carta de amor ferviente y exaltado. Cada detalle que veía o sonido que escuchaba a esa hora, era nítido y sublime. Tenía ganas de despertar y abrazar a todos, de ser bueno y generoso con la crisálida que a esa hora se posó en el vidrio de mi ventana, con la herida en la pared que dejaba ver el adobe carcomido, con el gusano que horadaba la madera de la mesa donde escribía, con las estrellas de la noche hacia donde me asomaba tratando de entender algo de la inmensidad del universo.

Había vislumbrado lo bello y lo cierto. Sus ojos eran mi largo e inabarcable camino. Su rebozo y su falda eran mi abrigo bienhechor y mi defensa perfecta.

El día siguiente era sábado y a mediodía salimos del colegio por la calle del campanario y nos detuvimos un grupo de amigos a conversar en una esquina de la Plaza de Armas.

– ¡Mira, es la camioneta del hacendado de Tulpo! –dijo Octavio.

Disimulé como pude mi sobresalto.

– Está viajando con sus hijas a Estados Unidos, –acotó Tito.

El vehículo se detuvo frente al correo. Bajó el hacendado y con pasos largos entró a la oficina.

¡Luego bajó ella y avanzó a la vereda que contornea la plaza! Y, pronto, la siguió la hermana mayor.

– ¡Mira!¡Qué bonitas son! –dijo Isidro embelesado.

– Parecen vicuñas, –acotó tímidamente César.

Vestían casacas y faldas ceñidas y unos pañuelos de colores intensos se mecían en sus cuellos.

Pronto volvió el padre introduciendo en sus bolsillos unos papeles. Arrancó el motor de la camioneta y antes que ella entrara por última vez el relámpago atroz y lento de esos ojos negros se eternizaron para siempre en mis ojos.

– ¡Oye, has visto cómo ha mirado hacia aquí esa chiquilla!

Yo me despedí casi sin hablar, por el nudo que me oprimía la garganta.


9. Es siempre un raro misterio
el único camino que seguimos

Al subir hacia mi casa avanzando por la esquina del Convento me encontré con Alberto quien me pidió que le escribiera una carta de amor para Estela, de quien estaba enamorado.

– ¿Y, por qué crees que yo podré escribirla? –interrogué abstraído y aún mirando las aguas feroces y turbulentas de ese río que es el destino.

– Porque eres poeta pues.

– Mira –le dije para que no siguiera hablando¬–, aquí está.

– ¡Ya ves! –Y, asombrado preguntó– Y, ¿desde cuándo la tenías escrita?

No le respondí por los manantiales prontos a desbordar en que se habían convertido mis ojos

Días después me habló:

– Gracias hermanito. Tu carta fue decisiva y la convenció. Pero primero me preguntó si yo la había escrito y le dije: ¿Y quién más puede sentir tanto amor y cariño como yo hacia ti? ¡Bueno!, me dijo, si tu cariño es así entonces te acepto. Ahí sentí que el cielo se me abría grande y luminoso y mi pensamiento corrió hacia a ti para agradecerte por haberme escrito esa carta.

Alberto y Estela con el tiempo se casaron en Santiago de Chuco y formaron un lindo hogar. Me hicieron padrino de su primer hijo y ella me comentó un día:

– Alberto también escribe. ¡Si fue con una carta que conservo cómo él me conquistó!

Ella no sabe que esa carta debe guardar aún el calor del bolsillo de mi pecho, donde la tuve guardada, y debe palpitar en ella todo el temblor de mis latidos.


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12 DE AGOSTO - DIA INTERNACIONAL DE LOS JOVENES

INSTITUTO DEL LIBRO Y LA LECTURA.INLEC DEL PERÚ Y CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA





JÓVENES A LA OBRA

Danilo Sánchez Lihón


1. ¡Buenos robles!

Me dicen que los jóvenes ya no aman sino vacilan. Que no son ya quienes traban quereres entrañables sino amor al paso, cual es: usar y desechar.
Y yo digo que no.
Que eso ocurrirá en jóvenes que no pertenecen a una cultura como la nuestra: con fondo, lastre y arraigo. Cultura densa, contundente y acrisolada, con ancestro, prosapia y raigambre, con un rumor profundo.
Que si es cierto eso, que hay jóvenes así y que viven entre nosotros, serán en verdad bien pocos.
Porque los jóvenes auténticos de mi comunidad yo los veo rectos, ecuánimes y briosos. Firmes y tajantes, vigorosos y límpidos. ¡Buenos robles!

2. Limpidez para afrontar los hechos

Me dicen que los jóvenes ahora eligen todo lo que es superfluo y frívolo. Y viven en el frenesí inconsciente de las discotecas.
Y yo digo que no.
Que esos serán los jóvenes de los países opulentos, que viven de la usura de una deuda que pagan nuestros pueblos y que nos cobran de modo implacable. Deuda inmoral que a nosotros no nos consta, ni que jamás hemos usado para el bien.
Por eso sus jóvenes no tienen limpidez para afrontar los hechos de la realidad con honestidad y transparencia. Que como no sufren ni le toman el peso a la situación son débiles, ligeros, a quienes bate cualquier soplo del viento.
Porque a los jóvenes de mi vecindario yo los veo poner el hombro en todo. Ayudar a sus padres en el mantenimiento del hogar. Estudiar desvelados y trabajar a brazo partido, trasladarse de un lugar a otro. Aquí se labora, aunque sea en forma rústica


3. Belleza, identidady altruismo

Me advierten que a los jóvenes ya no les interesa la cultura, ni el arte, ni nada que sea espíritu. Huyen de algo que les huela a conocimiento o sabiduría.
Y yo digo que no.
Que esos serán los jóvenes de las clases que miran el país como su botín. Aquellos de las prebendas y canonjías. Serán los hijos de los ricos que están buscando siempre ganancias y fondos mal habidos.
Que si hay alguien así por aquí es porque lo copia de la tele que viene de otros países, que difunden modelos que a ellos les conviene para seguir nosotros sojuzgados. Y entonces emiten patrones de comportamiento que nos mantengan siempre sumisos y como sociedad de consumo.
Pero los jóvenes que conozco son serios, enterizos e íntegros. Que vibran ante cualquier manifestación de belleza, de identidad y altruismo, de la construcción de mejores condiciones de vida para su familia y para toda la comunidad donde viven.


4. Puñosen alto

Me dicen que a los jóvenes solo les interesa lo fácil, lo cómodo, lo que está a la mano; inmediato y rentable.
Y yo digo que no.
Que esos jóvenes no sé quiénes son. Serán hijos a quienes no los han criado ni sus madres ni sus padres.
Que fueron amamantados por las pantallas de la televisión y después por las computadoras.
Que son hechura de los videos-juegos, o de las mangas japoneses.
O quizás de algunas institutrices indolentes, porque sus padres sanguíneos prefirieron sus fiestas, o sus viajes de placer o las frivolidades, que todo lo es cuanto por ello abandonamos el cuidado de nuestros propios hijos.
Pero los jóvenes de los pueblos entrañables que yo conozco son gente esforzada y cabal, de puños en alto, que sabe lo que es virtud, lo que es bondad y lo que es coraje.


5. Obsesionados por indagar en los grandes misterios

Me dicen que a los jóvenes les interesa ahora sólo la risotada, la chacota y el palmoteo insulso ante cualquier manifestación insulsa, barata y hasta sórdida.
Y yo digo que no.
Lo sé porque voy con ellos a las excursiones. Vamos juntos a paseos. Porque soy su profesor. Y, al contrario, digo que son austeros, eso sí un poco tímidos –¿quién no?– pero para nada complacientes con la chabacanería.
A los jóvenes de mi comunidad les interesan las grandes preguntas.
Están obsesionados por indagar en los grandes misterios del alma, de la vida y del cosmos.
Que tienen interesantes propuestas. Que están inquietos por corregir los males que se han enseñoreado sobre el mundo. Que espero de ellos grandes definiciones para el bien de nuestras sociedades.


6. Pero definamos ¿quiénes son jóvenes?

Eso es: ¿quiénes son jóvenes de a verdad?
Jóvenes, siempre jóvenes, son los héroes que se inmolaron en Arica. Entre otros: Ugarte, Zavala, Donaban.
¡Quienes juraron no rendirse! ¡Ni arriar la bandera jamás!
Quienes lucharon hasta quemar el último cartucho. Son jóvenes eternamente.
Ese anciano ínclito Francisco Bolognesi imbuida la frente de fuego sagrado. ¡Él es joven eterno!
Todo ese comando de gloria que se inmoló el 7 de junio de 1880, a quien tres veces se le pidió la rendición y las tres veces la rechazaron.
Que si se les pedía mil, diez veces mil, un millón de veces. Igual la hubieran igualmente rechazado unánimemente.
Y esto ante un enemigo cien veces, mil veces superior en maquinaria de guerra:
Jóvenes son ellos eternamente, porque ostentan en sus frentes el fuego sagrado del honor y de la fidelidad al ideal al cual se han consagrado.


7. Para adorar siempre y eternamente a su tierra

Joven, siempre joven es Guamán Poma de Ayala quien nació el año en que ingresaban los conquistadores españoles. Y aprendió su lengua y su escritura y defendió con ellas al vencido denunciando oprobios y atrocidades. Y anduvo huyendo, expulsado de todo sitio como un réprobo.
Joven es Leoncio Prado quien liberado y hecho jurar que ya no volvería a pelear más por su patria en la guerra, caminó miles de leguas para encontrar el ejército de Cáceres, peleó a su lado y se inmoló en Huamachuco.
Joven, siempre joven es Federico Barreto quien cantó a la Tacna arrebatada y en cautiverio por mano brutal. Y al morir quiso que lo enterraran boca abajo para adorar siempre y eternamente a su tierra.
Joven es Daniel Alcides Carrión, quien siendo destacado estudiante de medicina se hizo inocular el vacilo de la verruga para mejor informar a sus profesores sobre ese mal que diezmaba a la población indígena causando muerte, desolación y dolor entre sus hermanos del ande.


8. Al batallón del “sufrimiento armado”

Joven, siempre joven, es César Vallejo, por su amor solidario al hombre y a la humanidad como realidad y entelequia.
Quien murió consumido de dolor, angustia y quebranto por la España crucificada en la agonía de una guerra infausta.
Quien murió de hambre pero despreció todo dinero. Quien sufrió el dolor humano, pero no pudieron quebrar su espíritu.
Quien amó entrañablemente a su tierra, a su gente, a los pobres del mundo a quienes los convocó al batallón del “sufrimiento armado”, donde desde entonces tú y yo tenemos un puesto reservado en esas filas.
Quien renunció a todo. Y se consagró a la solidaridad humana involucrándose con la Guerra Civil Española hasta perder por ella el último aliento y átomo de energía y con ello la vida.


9. Instaurar entre nosotros y para siempre la aurora

Joven, eternamente joven es Javier Heraud. Quien todo lo tenía, pues nació en un hogar mullido. Pero mucho más tenía de bondad y coraje, de temple e indignación en el alma ante tanta injusticia tomó las armas y fue asesinado en medio del río en Puerto Maldonado.
Quien optó por hacer flamear el amor consagrado y generoso a su patria como una espada en el aire
Y murió acribillado en medio del río incluso por la gente por la cual él luchó tanto, por la gente humilde y sencilla a quienes hostigaron los policías, quienes le disparaban hasta con escopetas a una balsa solitaria en donde él hizo flamear su camisa blanca en mensaje de paz que no respetaron.
Joven será siempre su corazón inflamado de pasión y coraje por hacer la felicidad e instaurar entre nosotros y para siempre la aurora.
Joven para siempre es Luis de la Puente Uceda.


10. En el fondo de un ardiente corazón

Porque joven es ser generosos, como ellos lo fueron. Quien se brinda íntegro en lo que piensa, cree y en lo que hace.
Quienes arriesgan la vida por un ideal.
Es tener capacidad de arrojo. Es quien se echa al camino con una guitarra al hombro y lleno de música que le borbotea dentro del alma.
Es quien se inclina conmovido y reverente ante las rosas. Quien, hunde y moja sus cabellos en el agua cristalina de los arroyos y manantiales. Quien inclina su frente y besa el cuello de la mujer amada, la adora y la besa.
Jóvenes son las playas, las montañas, las nieves eternas cuando amanece.
Joven es ser confiado, alegre, virtuoso, incólume.
Joven es quien tiene la moral, el idealismo, las virtudes. Y los sueños que se agitan como guijarros en el fondo de un ardiente corazón.


11. Su fuerza, su moral y su destino
Por eso, ¡Jóvenes!, allende de estas montañas, más allá de esa línea del horizonte que cubre la neblina, hay un país hermoso por descubrir, el país que soñamos y que vale conocer y conquistar. País que es tuyo.
Un país de fábula. Construido sobre la base de una cultura que ningún grupo humano ha podido realizar en el mundo: la utopía de la fraternidad humana, que aquí fue realidad y práctica de acción.
Hay un país de nieves impolutas y de ríos poderosos, pero más de anhelos, sueños y utopías.
Un mar de ilusiones que se elevan y traspasan el cielo con su canto, ahora todavía de añoranza que debemos convertir en himno de júbilo.
Hacia él dirijamos la luz de nuestro conocimiento y la calidez de nuestros corazones.
Sintonicemos con su refulgencia y con el caudal de esas corrientes subterráneas que pugnan por desbocarse. ¡Abracémonos!

Sintonicemos con su fuerza, su moral y su destino.


12. La esperanza como la flor suprema

Por eso y en razón de todo ello, ¡jóvenes!, somos los conjurados.
Que viajamos en lo alto de los camiones, que alzamos banderas, que abrimos surcos, impartimos consignas para incendiar la pradera con el bien, con el amor fraternal.
Detrás de esa línea del horizonte hay un Perú solidario, que pese a la humildad comparten su mesa con el peregrino y el forastero.
Y sé que ustedes saben asumir las causas nobles y justas con total dedicación y con puro y aureolado heroísmo.
Y es que ustedes portan el estandarte del tiempo nuevo. Y es que ustedes son los adalides de un tiempo nuevo.
Por eso, brindemos. Por subir a las montañas y a la reserva moral de nuestras nieves eternas para amar mejor, para construir la utopía andina de la ternura y la fraternidad humanas.
Por alzar los andenes nuevos del canto a la vida, para entonar con alma matinal la endecha al amor sublime. Y por forjar la esperanza y redención de nuestro pueblo, como la flor suprema.

EL CAPULI DE JULIO HUMALA


ACTIVIDAD ESTELAR: JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE

Hora:6.30 PM

PRESENTACIÓN DEL VIDEO:
EL CAPULÍ DE JULIO HUMALA
EN SANTIAGO DE CHUCO, TIERRA DE VALLEJO



Auditorio de la Derrama Magisterial:
Av. Gregorio Escobedo 598. Jesús María

INGRESO LIBRE

COMENTARIOS DE:

OMAR ARAMAYO,
RODRIGO MONTOYA
EMILIO MORILLO


RESEÑA“EL CAPULÍ DE JULIO HUMALA” EN SANTIAGO DE CHUCO TIERRA DE VALLEJO

Con motivo de la telúrica del mes de julio del año 2009 de Capulí, Vallejo y su Tierra en Santiago de Chuco, nos propusimos realizar un video tomando como base el concierto multitudinario que Julio Humala ofrecería a nombre de Capulí en la Plaza de Armas y en el día estelar de la Fiesta Patronal del Apóstol Santiago el Mayor en Santiago de Chuco, tierra de Vallejo, el Día de la Luminaria, 24 de julio.

Para cumplir son este y otros fines viajamos un equipo de personas entre poetas, músicos, camarógrafos, declamadores, comunicadores, ingenieros y personas estudiosas de la vida y obra de César Vallejo, a fin de participar en este sueño y concretar este producto que lo hemos circule en el mundo representando bien al Perú y al mundo andino por contener las siguientes vigas maestras:
A. César Vallejo y su espíritu. B. Santiago de Chuco, tierra del poeta. C. Julio Humala y su canto andino. D. El patrimonio y la identidad de nuestros pueblos. E. Las danzas y el folclore de la serranía. F. La fiesta popular con sus manifestaciones, como la procesión del Apóstol o la Plaza de Toros, y G. Capulí, Vallejo y su Tierra como un movimiento cultural que se propone incendiar las praderas rescatando los valores del Perú primigenio.

Se han hecho filmaciones en calles, casonas, ferias, colinas, altozanos, así como en la Casa de Vallejo, en el Cementerio del Pueblo, en el balneario de aguas termales de Cachicadán, así como ya en Lima en la casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima.
El video conjuga varios géneros de producción cultural como de textos. Así: el documental, la entrevista, el testimonio, la glosa académica, la cita textual, el perfil, con lo que se pretende ofrecer una nueva expresión artística, razón por la cual el acto de su presentación contará con el comentario de académicos de calidad excepcional como de expertos en la materia.
Muchas anécdotas y percances han ocurrido en su grabación tanto que daría para escribir otro tipo de texto como es un libro, sobre todos los sucesos que acontecieran. Lo importante es la unidad del equipo de trabajo, al punto de considerar que se ha forjado un anillo áureo de hermandad que se probará en otras realizaciones futuras.

Quizá alguna vez esas anécdotas se cuenten en un libro que se titule por ejemplo: “Voces sobre un video desde la cama de pan”. Porque en Santiago de Chuco cuando se duerme juntos en colchones tendidos en el suelo, se dice: Cama de pan, y eso se da cuando hay un gran acontecimiento que hace que se junte la gran familia, sea al nacimiento de alguien o también a la muerte de un ser querido.
Y se dice Cama de pan, no solo porque recoge la imagen de cómo entran los panes al horno, uno junto al otro, sino porque todos somos como el pan en esas ocasiones, es decir seres buenos, llenos de ilusión y esperanzados. Así dormimos esta vez en la grabación de este video, entrando por ejemplo en la habitación que a mí me tocara nueve personas, de quienes he grabado hasta el hálito de sus sueños en la noche.
Este video recoge algunas imágenes de la casa donde nos alojamos y de las personas que en ella nos acogieron. A espectar esta obra que te la ofrecemos con entrañable identificación te invitamos y para que voluntariamente puedes adquirirla ese día si es que crees que lo mejor del Perú es lo que tienen nuestros pueblos entrañables tienen y a quienes César Vallejo bien representa.

Eso sí, nos importa mucho tu opinión sobre este producto que lo continuaremos haciendo con cantantes de niveles excepcionales, como en este caso lo posee Julio Humala quien pudo cantar la canción emblemática “China Santiaguina montado sobre un alazán en la Plaza de Toros, repleta de bote a bote, en Santiago de Chuco, Tierra de Vallejo. (DSL).

LEYENDA DE CARÁTULA DEL VIDEO

¡Oh madre Tierra!, a ti te ofrendamos las savias que emergen de este canto y el perfume a flores y a tejados que irradian las llamas de estos leños de fuego. Para ti, niña sagrada, evocamos la imagen de las espigas que brotan sobre los muros de los pueblos entrañables, ¡que ya jamás sucumbirán porque están recogidos en los acordes de estas guitarras!
Varias hebras se entretejen en esta liclla o alforja tejida para que nos abrigue y acompañe a lo largo del camino; entre otras: César Vallejo; Santiago de Chuco tierra del poeta; Julio Humala y su canto andino; el patrimonio de nuestras calles, aleros y balcones; los danzarines y cajeros; la fiesta del Patrón Santiago; la identidad a lágrima viva de nuestro pueblo, seguidos por las cámaras de Manuel Suárez y la edición deslumbrada de Alexis. Y al fondo de todo el movimiento de peregrinos del alba que es Capulí Vallejo y su Tierra.
Porque Capulí es subir a las montañas y a la reserva moral de nuestras nieves eternas para amar mejor, para construir la utopía andina de la ternura y la fraternidad humanas; para alzar los andenes nuevos del canto a la vida, para entonar con alma matinal la endecha del amor sublime. Y para forjar la esperanza y redención de nuestro pueblo, como la flor suprema.
Danilo Sánchez Lihón

RELEXIONES SOBRE NUESTRA AMADA TIERRA











domingo, 23 de agosto de 2009

INVITACION DE HONOR: 26 de Agosto





CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Y
SOCIEDAD PERUANA DE POETAS



Miércoles 26 de agosto. 7 pm.

¡HERMANOS DEL MUNDO
MARCHA EL BIEN ARDIENDO
!

Palabras de Martha Grosby,
Presidenta de la Sociedad Peruana se Poetas

RECEPCIÓN Y RECITAL
POETAS:
María Alicia ATENCIO (Venezuela)
Carlos DE LOS RÍOS (Chile)
Norma FELIZ ( Rep. Dominicana)
Fariusca KIRA (Venezuela)
Yudi Constanza ORTEGA (Colombia)
Leonel SERQUERA (Colombia)
Héctor ZETA (México)

Palabras de homenaje de Danilo Sánchez Lihón,
Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra

Brindis de Honor
Se agradece su gentil asistencia.

Aula Capulí. Av. Angamos 301. Miraflores.
Entre Avs. Arequipa y Paseo de la República.
Teléfonos: 420-3323 y 420-3860. Lima, PERÚ.

miércoles, 12 de agosto de 2009

AGENDA: PROXIMAS ACTIVIDADES 2009

SÁBADO 15 DE AGOSTO
Aula Capulí.
Presencia de la Poeta Martha Crosby
Lectura de POEMAS Y CONVERSATORIO
Club Lambayeque ( Av.del Ejercito 977-Miraflores) 6pm.

SEGUNDA QUINCENA DE AGOSTO
Inauguración del Taller de Declamación de Capulí, a cargo del Declamador Nacional Segundo Vara. (Por detallar)
Comisión organizadora:
Segundo Vara
Raúl Chávez
Gilmer Rodríguez

JUEVES 3 DE SEPTIEMBRE
Presentación del video “Capulí de Julio Humala”, en Santiago de Chuco.
Derrama Magisterial. 7 pm.
Panelistas:
Omar Aramayo
Antonio Muñoz
Rodrigo Montoya
Emilio Morillo

JUEVES 17 DE SEPTIEMBRE
“Construcción de la utopía: Vamos a hablar de la Esperanza”.
ICPNA de Miraflores. 7 pm.
“Ya va a venir el día, ponte el alma”: Ramón Noriega
“Ya va a venir el día, ponte el sueño”: Carlos León
“Ya va a venir el día, ponte el cuerpo”: Raúl Chávez
“Ya va a venir el día, ponte el sol”: Gilmer Rodríguez
“Vamos a hablar de la esperanza” Carlos Castillo.
Conducción: Manuel Ruiz Paredes y Elvira Fernandez Baca

JUEVES 24 DE SEPTIEMBRE
Presentación del libro: Proceso de la literatura infantil y juvenil, de Danilo Sánchez Lihón.
ICPNA de Miraflores. 7 pm.
Panel:
Roberto Rosario
Milcíades Hidalgo
César Ángeles Caballero


VIERNES 16 DE OCTUBRE

Presentación del Libro: Visión Revolucionaria

Vallejo: “Himno a los voluntarios de la República”

de Raúl Chávez Alvarez
Ediciones: Capulí, Vallejo y su Tierra
Lugar: ICPNA-Miraflores - 7 pm.

Panel:

Carlos Castillo
Emilio Sanchez
Julio Yovera

Recital:

Segundo Vara


MARTES 3 DE NOVIEMBRE
Santiago de Chuco, memoria y esperanza.
Y presentación del libro: ¡Oh salve, tierra de los chucos! de Danilo Sánchez Lihón. (Por confirmar)
Manuel Ruiz Paredes
Francisco Salvatierra
Julio Yovera

Club Libertad. 6.30 pm.

VIERNES 4 DE DICIEMBRE
Georgette de Vallejo, ejemplo de fidelidad y lucha.
(Por confirmar)
Panel:
Delfina Paredes
Raúl Fort
Carlos Castillo

JUEVES 31 DE DICIEMBRE
Presentación de nómina de propuestas seleccionadas para ingresar al concurso “7 maravillas culturales y 7 naturales de mi provincia, Santiago de Chuco”.
Comisión:
Carlos Castillo Mendoza
Segundo Vara
Gilmer Rodríguez

POESÍA DEL PÓMULO MORADO

¿QUÉ ES POESÍA DEL PÓMULO MORADO?
Danilo Sánchez Lihón

Más allá de la palabra
está el aliento
César Vallejo

1. Una sola mesa para todos los comensales

Poesía del Pómulo Morado es el programa de Capulí, Vallejo y su Tierra en el ámbito de la poesía.

Diversas consideraciones se han tomado en cuenta en relación a esta línea de trabajo en la cual ojalá que tú quisieras involucrarte, amable lector, pues el espacio de Capulí está abierto a tu participación y de todos quienes quieran hacerlo. Es una sola mesa para todos los comensales.

Pretendemos que en él se produzca aquel raro e insólito encuentro entre lo íntimo y lo externo, lo entrañable junto con lo que tiene valor universal, lo personal al lado de lo colectivo, la emoción en pareja con el pensamiento, lo que nos dona la tierra y lo que nos prodiga el espíritu, que es el raro prodigio que se produce en el arte cuando este es auténtico.

Y lo es cuando el poeta todo aquello que vive lo hace en representación del hombre como especie y como destino, porque dentro de su aparente rareza asume lo que es significativo para todos los seres humanos, pues siendo algo particular lo que siente y piensa lo recoge y vuelve a sembrar como si fuera patrimonio de la humanidad.

2. Entonces ¿Por qué poesía del pómulo morado?

Se denomina “del pómulo morado” porque ello supone pugna, revuelta y fragor; lucha ardorosa, valiente y decidida.

Porque es así el rostro del soldado que vela en la trinchera, es así la faz del montonero después de la batalla.

O bien sea porque nos hemos trenzado a golpes defendiendo una causa justa; o bien sea el hermano que defiende a otro hermano; o bien seguramente que nos hemos batimos a favor de nuestro pueblo.

Es por la vigilia de avizorar en lontananza la justicia y la libertad para todos.

Poesía del pómulo morado porque ese es el color de la gente que trabaja cultivando la tierra, entrando en la mina, arreando el ganado, velando bajo la noche estrellada la esperanza del pueblo.

Porque pómulo morado tiene quien abre un camino, construye un puente, edifica una casa, erige una represa, sueña al pie del traqueteo de su máquina que produce un bien solidario.

El nombre está tomado de un verso de César Vallejo que forma parte del poema “Pequeño responso a un héroe de la República”, que a su vez forma parte del conjunto de poemas de España, aparta de mí este cáliz donde el libro es un héroe en aquella contienda. Y no solo el libro sino el libro de poemas. O la poesía misma, con lo cual se asigna a la poesía una alta responsabilidad en la lucha por el bien y la causa del hombre.

3. Somos ricos en oro, pero mucho más en poesía

Poesía del pómulo morado es una visión por la cual se reconoce la importancia y el valor de la poesía en una realidad y en una cultura como es la andina.

Única en el mundo, en donde la poesía aflora por doquier y de manera prístina, sincera y natural.

Porque somos ricos en oro, en metales hasta de valor estratégico, ¡pero mucho más en poesía!, lo cual es sorprendente.

Porque somos ricos en plantas medicinales como la quina, la tara, la uña de gato, ¡pero mucho más en poesía!, lo cual es admirable.

Porque somos ricos en recursos ictiológicos, así como también en flora y fauna singulares, pero mucho más en sueños, anhelos de belleza, ilusiones y utopías.

Somos ricos en folclore, en música, en danzas, en mitos, en fiestas del alma, ¡pero mucho más en poesía!

Ricos en comidas, en potajes, en aderezos; en licores y brindis porque la vida así lo reclama y exige a quienes saben apreciarla, ¡pero mucho más en poesía!, lo cual es supremo.

Porque tenemos al poeta más señero de todos los tiempos y espacios: el más universal al lado del Dante, ¡César Vallejo!, al decir de Thomás Merton.

4. Ser ante el mundo

Vivimos con la poesía orientando nuestros pasos y nuestro destino, hasta en nuestros fracasos que son pura poesía.

Por eso es que desde este bastión hemos de actuar para alcanzar los objetivos que nos hemos trazado.

Porque la poesía constituye el elemento esencial en la fragua de martillo y el yunque que nos forje definitivamente.

Y debe ser el factor movilizador que nos una y consolide.

Somos una cultura única, singular y de asombro, que solo la poesía de que estamos hechos la sustenta y la explica ante el mundo.

Esto lo visualizaron los incas, lo exaltaron y por eso fueron grandes y triunfaron.

Además de la cultura andina que erigió aquí la organización más excelsa del universo, hay otro ejemplo en la historia humana: Grecia.

5. El retumbar de los hexámetros homéricos

Porque, ¿qué hizo grande a la cultura helénica? La poesía.

¿Qué fue aquello le dio consistencia, valor, vuelo eterno? La poesía.

Ellos adoptaron una visión del mundo, una actitud, una conciencia y una moral inspirada en la poesía que es la esencia del alma humana.

Porque, ¿cómo fueron educados los gobernantes griegos, incluso los guerreros?

¿Con qué planes estratégicos avanzó Alejandro Magno conquistando Egipto y transponiendo más allá del Indo? Con poemas.

Con el imaginario de los mitos que rezuman poesía y bajo el retumbar no de los tambores y clarines sino de los hexámetros de los cantos homéricos que leía extasiado al amanecer de cada combate.

Entre nosotros la poesía nos invade, es nuestra sustancia y esencia, corre por nuestras venas, debiendo educar más con ella, con la belleza, con el sentido profundo de los seres y las cosas. Y con el heroismo que César Vallejo avizora.

6. Escribir nuestros pasos en la tierra

Pero no reduzcamos poesía a escritura, ni a texto, ni a páginas; tampoco a libro. Mucho menos a cenáculos ni academias. César Vallejo la sitúa en el campo de batalla.

Porque poesía en el modelo actual de occidente se reduce a escritura, siendo más bien actitud frente al mundo. Poesía es un sentido de la vida y no preceptiva, ni cánones, ni objeto verbal, ni siquiera es logro estético, sino más bien: verdad, destino y aspiración de libertad.

La poesía es acto, no texto. No ringleras de letras sino aliento. Es más que palabras u oraciones, son compases de fiesta en la noche intrincada.

No es una estructura de renglones cortos y escalonados en versos de dos, cuatro o más líneas conformando estrofas.

Poesía es pálpito, corazonada y decisiones para la trascendencia y el infinito que somos.

No reduzcamos poesía a escritura ni a publicación, ni a soporte de papel.

Poesía es verdad. Es una manera de vivir, una actitud frente al mundo, una manera de situarnos en la realidad y de actuar con grandeza, con intensidad y pasión.

Poesía es grabar nuestros pasos en la tierra, sellar nuestras huellas en el mundo.

7. La poesía entre nosotros aflora de manera natural

La poesía es un elemento esencial de la cultura andina.

Aflora de manera natural en nuestras vidas.

Cuando nos vamos hacia otras latitudes o regresamos, lo hacemos llorando. Y cada tarde allá lejos recomponemos melancólicos las imágenes rotas de nuestros pueblos de origen.

He visto cómo la gente del ande permanece en los aviones cuando parten: no pueden reprimir sus lágrimas.

Regresé hace unos días. Varios de mis paisanos al tocar tierra se arrodillaron y besaron el suelo al cual se sienten pertenecer. Y después rozaban los dedos con los ojos cerrados por las paredes del aeropuerto.

Más que nuestras flores que se abren generosas por los campos, más que el azul de nuestro cielo andino, se ahonda y expande la poesía en nuestros corazones.

¿Qué pueblo y qué cultura más sorprendentes que el nuestro?

Y estos son los elementos con los cuales se debiera de fortalecer y armar de valor sublime a nuestros niños y a nuestros jóvenes.

¡Y la poesía ostentarla como emblema en nuestra frente!

8. Capacidad que tenemos de prodigar afecto


En las sociedades contemporáneas se ha adoptado el criterio de medir el progreso de acuerdo a indicadores económicos y hasta en función de la balanza de pagos comerciales.

Con eso nos quieren hacer creer que lo importante, digno y significativo es eso. Asunto que humanamente es falso y nefasto.

Porque no se puede catalogar por la cantidad de dinero que se gana la calidad ni de las personas ni de los pueblos. No. Es el alma y el espíritu lo que cuenta.

Ni el Canadá, ni los Estados Unidos, ni Suiza, ni el Japón, tienen como pueblo tanta poesía que aflore de sus entrañas como la tenemos nosotros, que se nos derrama por los ojos, los labios y los pasos.

Ahí está, tangible y palpitando en los niños como en los adultos, en los estudiantes como en los maestros, en las mujeres como en los hombres; en los de la costa, sierra y selva, aflorando pura, luminosa y radiante.

Vayamos a cualquier pueblo y ahí está, cristalina, profunda y extasiada.

Y así como cada día vamos dando valor a nuestras comidas, costumbres y expresiones culturales, así como nos inclinamos reverentes al paisaje de nieves eternas, o veneramos nuestros fardos funerarios, vayamos dando valor a lo que tenemos: la capacidad de amar, de enternecernos, de ser piadosos y de adorar.

9. Poesía de la entraña de la tierra


“Poesía del pómulo morado” rescata las voces de las provincias, que brotan profundas y conmovedoras, diáfanas y comprometidas; y que crecen indetenibles.

Confrontadas muchas veces con lo adverso con que frecuentemente se dan las condiciones en los parajes recónditos, para probarnos en la resistencia, en el coraje y en el valor de superar y vencer dificultades.

Es por eso que han surgido esos grandiosos poetas de aldea que han alcanzado a conquistar los sitiales más altos de la poesía y la literatura y que nacieron en alguna atalaya o trémulo campanario del camino como César Vallejo, en Santiago de Chuco, Mario Florián en Contumazá, Luis Valle Goycochea en Pataz, Manuel Scorza en Huancavelica, César Calvo en Iquitos.

O narradores como Ciro Alegría, nacido en Marcabal, hacienda de la provincia de Huamachuco, o José María Arguedas en Andahuaylas, o Francisco Izquierdo Ríos en Saposoa, o Eleodoro Vargas Vicuña en Tarma.

Aquella literatura de provincia nutrida de un hondo y tierno lírismo intenso, tierno y apasionado, que es la reminiscencia del haravic quechua.

Abrir los pétalos de esas flores es la consigna, para ser el pueblo pleno y articulado, que actúa al unísono, como hace un cuerpo sano que moviliza todos sus músculos cuando trata de levantarse y ponerse de pie.

10. La poesía como espacio genuino de valores

“Poesía del pómulo morado” es avanzar y situamos en el mundo con la poesía como estandarte, emblema y bandera. Es llevarla en los brazos, en el corazón y en el alma.

Pero a su vez es hacer de la poesía el espacio más genuino de los valores. Valores como el de la identidad, la fraternidad y el bien.

Donde la poesía recree nuestros mitos, rescate nuestra historia, consolide nuestras esperanzas. Integrando, cohesionando, fraternizando.

Poesía para sentirnos más confiados y protegidos. Más hermanos.

Para reconocernos como seres que se aman, que somos capaces de soñar juntos.

Porque nuestra esperanza y nuestra utopía es mucho más grande, vasta y honda que los problemas. Problemas que debemos afrontar y superar. No más sufrirlos como tales.

Y si se personalizan que a la postre lo vivamos en representación del hombre y de la humanidad.

11. Transformar como lo anhelaron nuestros apus tutelares

Tenemos como fortaleza el arrojo, el sacrificio y el heroísmo que nos legan nuestros apus tutelares.

Tal y como asumieron su vida: César Vallejo, José Carlos Mariátegui y José María Arguedas, sin dejar de reconocer, valernos e inspirarnos en tanto otros creadores sobresalientes del Perú y América.

Separando el grano de la paja, tenemos en ellos la más grande y gigantesca reserva moral, así como en nuestros pueblos andinos que nos servirán de orientación y ejemplo.

Ellos demostraron con su vida y con sus actos su grandeza. Son ellos los que nos donaron la base moral para luchar y vencer.

Seamos también legítimos herederos del legado que nos dejaran nuestros antepasados incas.

Poesía del pómulo morado es una movilización de conciencias, una militancia activa por transformar el estado de cosas y la miseria subsistente en nuestra sociedad.

Porque poesía que no corresponde a las aspiraciones, a los proyectos y al destino que tenemos que forjar aquí, no es nuestra poesía.

12. POR LO EXPUESTO

Anhelamos, ya lo estamos haciendo y lo expandiremos aún más: ¡una literatura de lucha y no de desaliento!

Anhelamos, ya lo estamos haciendo y lo expandiremos aún más: ¡una literatura de contenidos y no de formas!

Anhelamos, ya lo estamos haciendo y lo expandiremos aún más: una literatura luminosa, irradiadora de vida y no decadente .

Anhelamos, ya lo estamos haciendo y lo expandiremos aún más: una literatura en comunión con la tierra, con el trabajo, con la alegría y con el regocijo de que como pueblo y comunidad hemos triunfado.

Anhelamos, ya lo estamos haciendo y lo expandiremos aún más: en contraposición a la del éxito, una literatura y poesía de la esperanza.




EBRIOS DE
CAMINOS

Danilo Sánchez Lihón

1.
Es de noche
en Santiago de Chuco, donde
celebramos
la vida, la esperanza y redención
del hombre.
Cantamos todos en un círculo
de amigos,
profesores y jóvenes estudiantes
de pedagogía.


2.
Santiago de Chuco es un punto
tan alto
y tan hondo que pareciera
estar
ya fuera y ya muy dentro
de todo,
muy próximo a las estrellas
y galaxias
pero muy profundamente inserto
a galaxias,
en la entraña más honda de la tierra
y del hombre.


3.
Alguien
empieza a cantar. ¡Y cuántos caminos,
quereres
y sueños en la evocación se agolpan
en el alma.
Siento que a partir de ahora se abren
nuevos senderos
por donde orientaremos nuestros pasos
futuros.


4.
Otras canciones hacen referencia
en sus letras
al destino indescifrable, sea grande
o pequeño,
que se ensaña con la gente sencilla;
aconteceres
ocurridos en alguna cornisa del tiempo,
y encerrados
en algún pliegue del alma; desengaños
de este mundo
que día a día anochece y amanece
estremecido,
herido o conturbado pero nunca
indiferente.


5.
Luego
bailamos y tras los rostros ilusos
la vida
mira temblorosa el arcano que somos;
la época
presente, la historia que nos arrebata
y corresponde
asumir, donde contemplamos aquel
nudo
y encrucijada de caminos que lleva
cada uno
tatuada en el alma, como una consigna
una marca
de fuego en lo más recóndito y que hace
la dicha y la pena.


6.
Se recita
a Manuel Scorza, a Sebastián Salazar
Bondy; a Calvo, a Florián.
A Juan Gonzalo Rose, a Javier Heraud.
Se musitan
¡cómo no!, y luego se gritan los poemas
de César Vallejo.
sintiendo la urgencia de consagrarnos
más aún
a la causa del hombre, al amor, la belleza
y hacer la gesta
de cambiar definitivamente y para siempre
esta situación.


7.
Se insta
a erigir aquí y ahora lo incorruptible,
a izar
en este suelo la dignidad, la alegría
y la esperanza.
Se recuerdan a los héroes inmolados
por legarnos
una patria hermosa. Se pone otra vez
el dedo
en la llaga de tantas heridas, en dolores
pendientes,
en deberes inaplazables por los cuales
ofrendarl
a vida; por la causa irredenta de la justicia
social.


8.
Declaramos
que es a partir de nuestro corazón
generoso
de donde debe iniciarse las apuesta
por la vida nueva
y la forja de un mundo mejor. Prometemos
que todos
debemos cerrar filas y militar a favor
de las causas
justas de la humanidad: una, mil y cien
veces mil
hasta que todo quede consumado. ¡Ese
es el juramento!


9.
El bordoneo
de una guitarra y la honda quejumbre
de una serranita
nos hiere, conmueve y lacera el alma,
nos inclinaa
mirarnos extasiados en el hontanar
de lo inmarcesible.
El torbellino de los años se agolpa y nos
evidencia
el milagro de vivir en el afecto y cariño
sincero
de camaradas y hermanos. Se reclama
imbuirnos
de coraje y heroísmo, y de jamás
claudicar;
de hacernos fuertes, invencibles, vibrar
siempre
juntos y ser un solo puño y un solo
latido.


10.
¡Qué
hermoso que las canciones se eleven
y recuperen,
del remolino que los envuelve nuestros
cariños,
más sentidos, la limpidez de aquellos
ojos
negros, la falda de la niña imborrable
quien
desde el país de la infancia aún nos
extasía
nos mira y da valor para afrontar
los retos
a cumplir en estos tiempos aciagos.


11.
¡Qué hermoso
que entre tanta ruina, socavón
y llaga,
entre tanto charco y tanta espina
sobresalgan
todavía flores silvestres tan puras
e imperecederas,
la ternura que llevamos palpitante
en el alma.
El rostro de la muchacha que baila
es candoroso,
el abrazo de los amigos y el recuerdo
de los que partieron
a morir en las montañas es un reto
a cumplir
y una deuda a saldar en nuestras
vidas.


12.
Qué milagro
coincidir aquí y ahora en este tiempo
desgarrado
en que es tan difícil unir voluntades.
Tiempo
dulce y amargo, formando todos
un puño
cerrado firmemente para sostener
duras
contiendas, unidos los que ahora
aquí estamos.
Y así, juntos, sentirnos llamados
a emprender
grandes hazañas y empeños
sublimes.


13.
Y así
proclamamos en Santiago de Chuco
nuestra
unción a la revolución mundial,
sabiendo
que lo mejor que podemos ofrecer
es nuestrasangre,
nuestro corazón bondadoso,
la vida
que es milagro, el manantial de estas
lágrimas
que juntos derramamos emocionados.
Y, al final,
el cofre de nuestra sangre atribulada.
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Homenaje a Luís de la Puente Uceda y a los Revolucionarios que lo acompañaron…

PUENTE de Luz
Raúl Chávez Alvaréz

Seis siglos atrás, un profundo y oscuro hoyo arropaba a la Humanidad,
arquitecto de su destino el Hombre nuevo renació,
doscientos Puentes iluminaron abismos de sombras y sacrificios
construyendo puentes de luz para las artes, las ciencias y la revolución;
derivando mitos, muros y clases del pasado,
sus proezas diluidas fugaron al espacio alucinador,
bien supremo de Paz, Justicia y germen de desgracias.

Recordemos a Copérnico, sacando múltiples efectos a una sola causa,
y diciendo nunca nada es superfluo e inútil;
Galileo, exigiendo un punto de apoyo para remover el mundo, y,
enseñando aprender algo también del ignorante;
Kepler, queriendo ser teólogo y al final celebrando a Dios por la Astronomía;
Newton aupado en hombros gigantes lanzando 5 rayos en poco tiempo,
puentes por siglos inconmensurables;
Plank, con precisión absoluta, señalando que nada es predecible;
el universo infinito de Einstein, relativizando todo lo que encuentra en su camino, humillando la arrogancia de la objetividad, negando lo absoluto, lo fundamental, y, diciéndonos que podemos escribir y reescribir la realidad,
de cinco diferentes maneras,
viendo al hombre más por su valor que por su éxito;
Heidelberg, con su imprecisión para hallar la esencia.

Darwin, haciéndonos mirar en el espejo nuestra sombra de simios;
Freud, dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla, diciendo
que el Humano que insultó a su enemigo en vez de tirarle una piedra, fundo una civilización, y repitiendo que la anatomía es nuestro destino y que si soportamos la vida, tenemos que aceptar la muerte;
Pasteur, con su azar favoreciendo a una mente bien entrenada.

Marx, y su motor de historia,
desafiando al Hombre a transformar el mundo y no sólo a interpretarlo,
y ofreciendo a los pobres, todo un mundo por ganar;
Lenin, llevando a los soviets y Obreros del mundo al más alto poder;

Mozart, genio precoz resignado a la providencia para medir sus propios días;
Beethoven, con su talento más allá de la música y el oído;
Da Vinci, enseñándonos a valorar la vida,
la sabiduría, la experiencia,
la belleza pereciendo en vida, inmortal en el arte,
recordando que una vida ocupada resulta siempre larga.

Descartes, pensando y existiendo, descubriendo la verdad con la duda,
y que no basta tener un buen ingenio, sino es bien aplicado;
Kant, en su camino de espinas, con sonrisa, sueño y esperanza,
poniendo a su máxima expresión, las facultades del Hombre libre;
Nietzsche, precipitándose a la luz, no sólo para ver, sino para brillar,
recordando las locuras del amor, y
el poderoso algo de razón que tiene nuestra locura;
Hegel, dando valor para equivocarnos, y
el drama de elegir entre el bien y el bien,
la tragedia al choque entre dos derechos,
la belleza y su manifestación de idea, y recordándonos
que todo se logra con gran pasión;
Molier, demostrando que vivir sin pasión de amar no es propiamente vivir;
Montesquiu, desgraciando a los injustos y enamorado de la amistad;
Emerson, y su lenguaje en una ciudad, en cuya edificación el hombre aporta una piedra y el derecho a instruir a los ignorantes;
Sartre; terminando su libertad, donde empieza la de los demás,
que cuando los ricos hacen la guerra, son Pobres los que mueren,
que el mundo podría existir sin literatura,
e incluso mejor, sin el Hombre...

Alighieri, arengando insensatos afanes mortales y las débiles razones para no levantar vuelo y surcar mejores aguas,
desplegando las alas y las velas del ingenio,
entre huracanes y mares crueles;
Bruno, reafirmando el cosmos y desafiando a sus jueces antes de la hoguera: con su célebre: "Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla";
Shakespeare, y su conciencia como voz del alma y las pasiones del cuerpo, y las palabras sin efecto que nunca llegan a Dios;
Cervantes, lanzando molinos cada vez más dulces a su Quijote,
y señalando
que los vicios son anchos, cuando las virtudes son estrechas;
Quevedo, no retrocediendo ante la gracia más repugnante,
firme con su “Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás”;
Vallejo, con su evangelio de humanidad,
y su ruego común ¡Quédate hermano!, ¡¡Ponte el alma!!, ¡¡¡Ponte el sueño!!!, ¡¡Ponte el cuerpo!!, ¡¡¡Ponte el sol!!;
Picasso, haciendo del arte una mentira cúbica que nos acerca a la verdad;
Van Goth, siempre con valor suficiente de intentar algo nuevo;
Chaplin, adaptado al mudo con desgarradoras escenas de injusticia.

Gandhi, queriendo sufrir humillación y tortura a más no poder,
para impedir la violencia, y repitiendo;…
“no hay caminos para la Paz, la Paz es el camino”,
que lo más atroz es el silencio de las gentes buenas,
esfuerzo total para una victoria plena;
Mandela, clavando la bandera anti racial en la montaña más alta, y
descubriendo al hombre cuantas otras, por escalar.

Las Madres iluminando sus prójimos cercanos, y
coronando a corazón y brazos puros
el amor más tierno y más allá del suspiro final;
Las Abuelas de Plaza de Mayo, desnudando desde la célula de los huesos hasta la epidermis, al cruel fascismo;
la madre Teresa recogiendo al prójimo más despreciado,
y coronando en sus puros brazos de amor, su suspiro final.

El calibre moral de aquellos inmoladores compulsivos, como,
Juana de Arco, entregando su juventud más pura, a la causa más noble;
Túpac Amaru, irradiando el primer gran grito de justicia,
a cuatro miembros y a cuatro suyos;
Bonaparte, cuyos ideales de verdad ofensiva alertan calumnias, que hasta la inocencia hacen desfallecer y repitiendo que lo imposible no existe,
tu talla de emperador te llevó a un final triste;
El mejor amigo de San Martín, enmendando sus errores o reprobando sus desaciertos, y diciéndonos que; si hay victoria en vencer,
la hay mayor cuando el Hombre se vence a sí mismo;
Bolívar, y su firme utopía de América unida,
enseñando el arte de vencer en las derrotas,
manteniendo en equilibrio la libertad, antes que el peso de la tiranía.

Mao, el Gran Timonel con su crítica al tiempo,
y su acción traducida en creación, enseñando que la
política es una guerra sin efusión de sangre;
el Che, cumpliendo el sagrado deber revolucionario,
y su utopía del Hombre nuevo,
si lo matan, igual vamos a ganar!,
todos los días nos arreglamos el cabello, y cuando el corazón?, y repitiendo
“que la cualidad más linda de todo revolucionario es,
la capacidad de sentir en lo más hondo… cualquier injusticia”;
el tío Ho Chi Ming patriota iluminado marchando al pie de su pueblo, con
ocho millones de sacrificios a cuestas, recibiendo proyectiles más que cualquier otra guerra; y demostrando a la Humanidad que existen más de tres imperios de papel; que mejor muestra,… para otro atrevimiento;
Lucho de la Puente, de cuna de Catequiles y Chucos,
tu deber sagrado rebeló libertad,
despojándote de Julcán, desafiando a los cóndores…,
Te inmolaste por la causa un veintitrés de octubre para cambiar la historia
y dejaste a tu General la alternativa de cumplir tu plataforma;
el pueblo Palestino, enseñando al mundo la cruel visita que les toco acoger y su genética resistencia, a pesar de la ONU;
absolviendo la historia al Comandante en Jefe Fidel, titán de la dignidad, vivo y siempre fiel.

Pueblos por la noble causa de tus líderes,
omitidos todos, PERDON, presentes!!
Gracias, por haber descubierto el brillo a la oscuridad;
nos queda pendiente…
Eliminar las crueles proezas del mal,
y descubrir el sol eterno, en cada corazón de hombre...
Gloria a De La Puente…. Lucho…!, siempre Vencerás!!
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A SANTIAGO DE CHUCO
Raúl Chávez A.

Santiago, donde se funde la alianza del Inti y el ande
cuna de estirpe Way Chuchos,
fuertes, altivos, generosos,
solidarios, sobre todo hermanos…

Defensores de libertad, en grandes gestas,
listos para cuando la patria lo requiera,
ya lo demostraron,
ofreciendo lo más preciado de su juventud.

Celeste y blanco es tu altar andino
piedras de oro cobijan tus entrañas,
tu patrimonio, tus adoratorios Quilla Hircka y Catequil,
también tus puquiales y líquenes.

Santiago, de campesinos hacedores de surcos
de mineros creadores de profundidades.
de Poetas, luchadores, traspasando los andes a la inmortalidad;
confesando a Dios, incluso.

Santiago, lugar donde se baila a punto de pallo, quiyayas y contradanza;
a la sazón del cashallurto, pecho y miel de mashua,
de tus célebres rosquitas y agua de cereales;
de tus casas de adobe y barro,
de tus rojizas tejas con balcones ilustres;
de tus soberanas calles
allí vetean tus campos los trigales y maizales
fundiendo el crisol de tus héroes
su carácter, lealtad y justicia,

Santiago, como no recorrer tus cuevas de Chiminiga y Guacapongo,
al pie de un Patarata e Infiernillo;
como no apreciar tu Apu Icchal en Porcón, junto a su oráculo Catequil;
tus puyas y auquénidos en Calipuy;
tus 1700 escalones de piedra cansada coronando hazaña de gigantes,
añorando ser transitados junto al Capac Ñan de Huaylillas,
reencarnados los nichos de Huallío;
curando las termales de Cachicadán y Wacaz.
Santiago telúrico, de estirpe y fuerza andina,
con sabia simetría existencial,
abrazamos de cuerpo entero tu espíritu.